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Sobre el amor y tus vacíos

18.12.2015 16:48

Sobre el amor y tus vacíos

Destruimos nuestra vida eligiendo a la persona incorrecta. ¿Por qué sentimos esa necesidad de acelerar las relaciones? ¿Por qué estamos tan obsesionados con la idea de estar con alguien y no la de -ser- alguien? Créeme, el así llamado amor que “nace“ por conveniencia, aquel que florece junto a la necesidad de dormir con alguien, y el que está ahí para satisifacer nuestra necesidad de atención y no nuestros verdaderos sentimientos, no es el tipo de amor que nos inspirará a despertarnos a las 6 de la mañana y abrazar a esa persona que duerme al lado. Intenta descubrir ese amor que te hace ser mejor persona, no te enceguezcas con un ”no quiero dormir solo". Pasa tiempo contigo mismo, come solo, duerme solo y dentro de algún tiempo descubrirás cosas nuevas e interesantes sobre ti, cosas que ni sospechabas; crecerás como persona y encontrarás lo que te inspira, podrás ser quien domine tus sueños y creencias. Cuando finalmente encuentres a esa persona que haga que cada una de las células de tu cuerpo baile, te sentirás seguro de él o ella, porque tendrás seguridad en ti mismo. Espera. Te pido que esperes ese amor, luches y te esfuerces por él porque el verdadero amor es una de las cosas más maravillosas que puede sentir tu corazón.

BENEFICIOS al INCREMENTAR nuestra INTELIGENCIA EMOCIONAL

17.12.2015 16:57

BENEFICIOS al INCREMENTAR nuestra INTELIGENCIA EMOCIONAL:


1. Adquisición de mayor autoconciencia y autoconocimiento.
2. Fomentar el equilibrio emocional.
3. Promover y alimentar las relaciones armoniosas.
4. Incrementar y reforzar la motivación y el entusiasmo.
5. Obtención de capacidad de influencia y liderazgo.
6. Mejorar la empatía y las habilidades sociales.
7. Desarrollar e incrementar el bienestar psicológico.
8. Facilitar y mejorar la buena salud.
9. Facilitar defensas que permitan reacciones positivas ante la tensión y el estrés.
10. Potenciar el rendimiento laboral.

Entender la muerte , valorar la vida

17.12.2015 16:27

Entender la muerte , valorar la vida

 

Va a hacer un año desde que una amiga muy joven, preciosa y de corazón inmenso murió de forma violenta. A partir de ese momento he entendido muchas cosas relacionadas con la vida. Curiosamente su marcha me ha enseñado muchísimo .Cuánto nos ayudamos unos a otros sin ser conscientes y todo producto del amor...

Aunque se habían ido (anteriormente ) tres de mis abuelos a los que adoraba .Ésta situación de muerte (en concreto) conectó con lo más profundo de mí despertándome mucho más. Está muy claro lo poco que valoramos la vida .Y lo prepotente que somos con la vida, puesto que sólo sabemos exigirla a través de nuestra propia auto exigencia.

Es evidente que existe un gran tabú al hablar de muerte o  prepararnos para ello. Nuestra sociedad educa en la perpetuidad y en base a ello vivimos conectados con lo superficial y lo rápido ...dando valor al copia y pega , más que a cualquier cosa que requiera de tiempo y cuidado.

Viviendo en la sociedad de los slogans: "¡ lo quiero ya, ! y ¡ juventud eterna!", la reflexión no tiene cabida, por lo tanto lo que hacemos es vivir programados, con sensación de falta constante , acelerados...pero vivir de ese modo , es vivir en la parte más superficial de lo que significa intensidad y calidad y ésto claramente afecta a la relación que mantenemos con nosotros mismos y con los demás.

 Obviamente este estilo de vida, nos habla de una sociedad inmadura , que vive en la ilusión de la adolescencia, con personas emocionalmente poco hechas que se mueven (como decía antes), en las capas exteriores de todos los campos donde se enfoquen. Y esto , a su vez promueve una sociedad zombie : individuos  neuróticos, narcisistas , ansiosos , deprimidos y sobre todo con mucho miedo. Doloridos por la eterna insatisfacción que les consume, porque no sabemos en realidad lo que significa estar vivos.

El hecho es que hemos separado verticalmente la muerte de la vida y ese es un enfoque tan antinatural que es por ello que hablar de la muerte causa mal estar, y evitación. No podemos separar la vida de la muerte , ambas van de la mano y disfrutar la vida al cien por cien no puede suceder si no comprendemos y entendemos el hecho de que vamos a morir y de que la vida está para vivirla a gusto , disfrutándola, sin ansiedad y sin sufrir por lo que no tenemos. Hemos convertido lo sencillo en difícil , y vivimos en lo difícil y complicado...VIVIMOS EN COLOR GRIS...tan contaminados por la angustia como lo está cada ciudad con sus humos. Y ese humo no nos deja ver la realidad.

Lo complejo hoy en día es sentir cada mañana con alegría , gratitud y entusiasmo. ¡Es un privilegio la vida! , estamos aquí para amarnos y dar amor .Reflexionemos e interioricemos que la muerte debe servirnos de propulsor para vivir con mayor intensidad y menos queja , hacer de cada día (dentro de nuestras posibilidades), momentos de mayor armonía.

Porque debemos pensar en lo que significa la muerte: ¿qué te llevas? , ¿con cuánta superficialidad dejas este mundo?. ¿con cuántos títulos del ego te marchas? . Te vas desnudo...como viniste ...y lo único que importa es cuánto has amado y cuánto te han amado.

Es un error no hablar de la muerte a nuestros hijos y no explicarle lo que supone. La muerte debe ser tratada con naturalidad .Y de ese modo, transitaremos de una manera menos enferma por vida.


*Dedicado a Liliana Monsalve Pineda y Patricia Teixeira Sobrino

Efecto de las emociones en el desempeño

17.12.2015 15:59

Efecto de las emociones en el desempeño.

En un momento de mucha bronca, ¿te pasó poder conciliar el sueño?
¿Pudiste concentrarte en leer y estudiar un texto? ¿Qué pasó con tu apetito?
¿Pudiste continuar con alguna actividad que requería de tus habilidades o concentración?

 

Seguramente me dirás que en medio del enojo no te fue posible dormir, tampoco comprender un texto. Quizá leíste varias hojas como un autómata, pero no entendiste nada. A la mayoría de las personas se nos corta el apetito en medio del enojo (sin embargo una minoría aprendió a canalizarlo mediante la ingesta compulsiva de comida). Lo que trato de mostrarte es que bajo el estado de enojo hay ciertas conductas que son imposibles de llevar a cabo. Concentrarte en lo que estudiás, tener relaciones sexuales, dormir, hacer las cuentas del mes, conducir un auto, reír, tener una buena performance en un deporte, comer y digerir son actividades imposibles o muy difíciles de realizar en dicho estado. Esto se debe a que la sustancia en sangre propia de la emoción activa ciertos sistemas en el cuerpo, a la vez que desactiva otros.

Por ejemplo, en medio del miedo se activa el sistema simpático (o toracolumbar), que estimula el corazón, dilata los bronquios, contrae las arterias e inhibe el aparato digestivo, preparando al organismo para reaccionar con todos sus recursos ante la situación de estrés. Mientras que emociones como placer, felicidad, alegría, alivio, dicha, deleite, satisfacción, tranquilidad, amor, permiten el ingreso a escena del sistema parasimpático (o craneosacro), que está encargado de mantener al cuerpo en situaciones normales y produce los efectos opuestos del simpático, preparando al organismo para la alimentación, la digestión y el reposo.

Emociones como miedo, enojo, vergüenza, angustia, pánico, en general desagradables, además de impedirte estudiar, ser habilidoso, recordar y demás conductas deseadas, disminuyen tu salud física ya que activan el sistema simpático, que tiene un efecto inmunosupresor.

En este sentido un científico chileno de primer nivel mundial llamado Humberto Maturana, define las emociones como “disposiciones corporales que determinan dominios de acción”. Dice Maturana que cuando cambia una emoción, cambia el dominio de acción. Propone el siguiente ejemplo.

Al llegar a la oficina uno declara que piensa pedir un aumento de sueldo al jefe, y la secretaria amiga dice “No se lo pidas hoy porque está enojado y no va darte nada”. Todos sabemos que esto es así: bajo el enojo “sí” es una palabra poco dicha. En otras palabras, bajo el dominio de acción del enojo la conducta de conceder el aumento no es posible.

Esta es la razón por la cual todos tenemos esos días en los que “todo nos sale mal” y esos otros en los que “todo nos sale bien”. Algunos días estamos bajo el dominio de acción de emociones habilitantes y otros bajo el de emociones desabilitantes.

El día en que sentís que todo va mal estás bajo el dominio de acción de emociones como enojo, miedo, vergüenza, etc., que son deshabilitantes y que activan el sistema simpático. Mientras que cuando te sentís un ganador y que todo va bien, en esos días estás bajo el dominio de acción de emociones que permiten que las cosas te salgan bien. Podrás estudiar, reflexionar, recordar, tener relaciones sexuales, comer, reír, bailar, cantar, hacer deporte en forma habilidosa, estar atento y elocuente, etc.

Así como las emociones afectan esas funciones, también afectan el modo en que pensamos. Está comprobado científicamente que la tristeza nos hace proclives a ver el lado negativo de las cosas, lo que, como vimos más arriba, genera más tristeza. El enojo no nos permite concentrarnos en la solución de los problemas, y a veces nos lleva a malinterpretar actitudes. El amor suprime el pensamiento crítico, haciendo que todo sea “color de rosas”. Por eso se dice que el amor es ciego.

El sistema simpático fuerza al organismo a una actuación de “lucha o huida” a la vez que desactiva el sistema parasimpático que permite la digestión y el reposo (teoría del ahorro de recursos). Las consecuencias a largo plazo del estrés, debidas en parte a la inmunosupresión, no parecen justificar los beneficios de la inhibición inmunitaria a corto plazo. Lo cierto es que en la actualidad no conocemos la finalidad -si la tiene- de la inmunosupresión.

Extracto del libro “Como Ayudar a los niños de hoy 2da edición”

Enséñale a gestionar sus emociones en 5 sencillos pasos

17.10.2015 23:01

Una de la “práctica” más demandada en las clases de Educación Emocional, es la gestión de las emociones. Muchos padres están preocupados porque sus hijos se dejan llevar por la ira o la frustración, y no saben cómo conseguir que aprendan a manejar ese tipo de situaciones. Una vez más, recurriré a mi regla número 1: El primer paso para conseguir que nuestros niños aprendan a gestionar sus emociones, es que nosotros sepamos hacerlo con las nuestras. Así que hoy, os daré una serie de pautas para que vosotros, padres, maestros y/o educadores, sepáis ser el mejor ejemplo posible para los más pequeños.

La gestión emocional nos permite conocer cómo reaccionamos ante los estímulos que nos rodean y saber calibrar la cantidad de energía que queremos invertir en nuestra respuesta, por lo que nos ayudará a no gastar nuestras fuerzas de forma inadecuada y ser más resolutivos. Las emociones son sentimientos acompañados de una reacción física, que surgen como respuesta a diferentes estímulos. Debemos aceptar en nosotros y en los demás, todo tipo de emociones, incluyendo las calificadas como negativas. Todavía es relativamente frecuente ver a educadores o padres, intentando reprimir el llanto de los niños con frases como “los niños mayores/valientes no lloran“, cuando hoy está demostrado que el llanto tiene múltiples beneficios, como liberarnos del estrés, relajarnos y disminuir el nivel de angustia. Así que, comienza por aceptar en ti mismo y en los demás todas las emociones, sean consideradas positivas o negativas. Y, una vez dicho esto, vamos con las pautas para gestionarlas:

1.- Identificar la emoción

Es importante reconocer los primeros signos que nos indican la emoción que nos invade. Así como la tristeza suele ser característica por el llanto y la presión en el pecho o en la garganta, debemos intentar reconocer los signos que nos indican otras emociones, como la rabia o el miedo. Si quieres, puedes probar a realizar un ejercicio, escribiendo las emociones que te resulten más complicadas de gestionar, describiendo situaciones que suelen provocarlas y las reacciones físicas que producen en ti.

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2.- Sentirla sin perder la calma

Si hace falta, retírate un momento, aléjate de la situación que te haya alterado. Intenta detenerte un minuto, de verdad que no hace falta más, y es necesario. Cierra los ojos y siente. Escucha lo que tu cuerpo te quiere indicar, dedícale estos segundos de atención a escucharle.

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3.- Respira

Una vez que hayas tomado conciencia de la emoción que te invade, respira tranquila y profundamente. Sentirás como su intensidad disminuye. Mantén los ojos cerrados, coge aire por la nariz lentamente, mantenlo un segundo y expúlsalo despacio por la boca. Aquí tienes un “calmante” 100% natural y saludable.

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4.- Haz balance

Ha llegado el momento de ver la importancia real de lo que está sucediendo. Ahora que nos hemos relajado un poco, resultará más sencillo ver lo sucedido desde otra perspectiva. ¿Qué relevancia tiene esto en mi vida?¿Qué repercusiones puede generar? ¿Tendrá importancia dentro de 10 años?. En el caso de ser un problema podremos hacer un balance de los recursos que tenemos para solucionarlo.

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5.- Expresa lo que sientes de una forma no dañina

Intenta hablar sobre ello con alguien. Si hay una persona implicada en lo sucedido, intenta explicarle cómo te sientes, sin atacar ni resultar hiriente en tu exposición, compartiendo tus sentimientos. Si estás muy enfadado puedes salir a correr, practicar algún deporte que te ayude a liberar adrenalina. Según donde te encuentres incluso puedes gritar. Con los niños funciona muy bien correr de un lado a otro mientras chillan todo lo fuerte que pueden. Te recomiendo probarlo :).

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Aceptar y gestionar tus emociones hará que te sientas mejor. No es un signo de debilidad mostrarnos tristes o enfadados. Al contrario, saber hacerlo de forma adecuada te hará enfrentarte de una forma más eficaz a los retos cotidianos, y será el primer paso para conseguir que nuestros niños y/o las personas que tenemos a nuestro alrededor lo hagan.

Hijos mandones – Síndrome del Emperador

15.10.2015 19:28

Desde hace no mucho más de una década comenzaron a surgir en diferentes ciudades del mundo niños que se erigen como los jefes indiscutidos de la familia. Son quienes eligen qué se come, dónde se vacaciona, qué canal de televisión se ve, los horarios para dormir y demás actividades de la familia. Amenazan, pegan, agreden psicológicamente a sus padres y parecen no haber desarrollado la empatía (habilidad para saber qué siente el otro) ni ser capaces de experimentar emociones morales como la compasión o la culpa.

Se trata del fenómeno llamado “Síndrome del Emperador”, haciendo referencia a un tipo de vínculo entre niños y tutores, en el cual los niños hacen de sus caprichos ley, y quien no obedezca paga las consecuencias de sus agresiones y tortuosos berrinches. Es una pauta interaccional donde los niños aprenden a controlar a los adultos, logrando que obedezcan y cumplan sus exigencias. Son fáciles de reconocer pues se caracterizan por ser egocéntricos y poseer muy baja tolerancia a la frustración (que, por cierto, no pasa inadvertida). No parecen haber aprendido a auto-controlarse o auto-regular sus emociones y saben a cabalidad los tiempos de los padres, a quienes fácilmente manipulan amenazándolos o esgrimiendo argumentos cambiantes.

Algunos investigadores destacan causas genéticas para este síndrome. Sin embargo, una postura menos reduccionista y más comprensiva de los cambios sociales recientes –a la cual adhiero- señala que esto se debe a modificaciones a nivel familiar y social, más precisamente, a adultos que no ponen límites en forma adecuada y no ya por culpa de los niños. Por ejemplo, hoy todos somos testigos de que muchos padres no tienen el tiempo ni la firmeza necesarios para educar y poner límites a sus hijos. Las exigencias económicas los obligan a ausentarse de sus hogares, generando en ellos hábitos culpógenos tendientes a ceder y sobreproteger a sus hijos, consintiéndolos en todo. Por otro lado, se puede observar una carencia de hábitos familiares afectivos: las pantallas se han interpuesto haciendo que se pierda el contacto corporal propio de actividades como jugar y cachorrear con los hijos. A nivel social, en general, se abriga una actitud permisiva que fomenta el egocentrismo infantil. Quizá por miedo al autoritarismo padecido por muchos adultos, no nos permitimos ejercer la autoridad, que –distinta al autoritarismo– es sana y necesaria para el adecuado crecimiento de los niños. Por otro lado, la televisión institucionaliza una sociedad de consumo que  legitima valores hedonistas y exigencias de “pasarla bien” y hacer lo que deseemos en todo momento sin que nada ni nadie –y mucho menos obligaciones de ningún tipo– se interpongan. Se ponderan exigencias adquisitivas y privilegios excesivos, sin considerar responsabilidades ni valorizar el compromiso con metas que requieran un esfuerzo.

Padres dudosos les enseñan a sus hijos –erróneamente– que todos los límites son negociables, permitiéndoles “pulsear” en todo, mediante berrinches, agresiones físicas o la infalible artillería pesada de los “ábrete sésamos” que declaran a viva voz que sus padres NO son buenos o amenazan con dejar de amarlos. Como si fuese poco, colapsa el sistema educativo, pues estos padres que cedieron toda autoridad no pueden ser el aval de la autoridad de los maestros (como siempre lo fueron), dejándolos desamparados en la tarea de enseñar y educar (que, por cierto, implica poner límites) e incluso recriminándoles cuando les enseñan a los pequeños alumnos lo que no deben hacer.

Cuando estos niños alcanzan la adolescencia consideran descabellado obedecer o respetar a sus padres y maestros, y entienden que lo lógico es que les obedezcan a ellos. Así  llegan incluso a agredir físicamente a sus padres. En efecto, son numerosas las denuncias en comisarías por ataques de este tipo. Las estadísticas demuestran que son las madres las principales víctimas de este síndrome, que se da mayoritariamente en familias uniparentales.

Tanto desde la ingeniería como desde la psicología sabemos bien que el secreto está en invertir en buenos cimientos. Para tener niños, adolescentes y adultos sanos debemos comenzar justo ahí, en las bases, en la primera infancia. Aunque pueda parecer difícil, es más simple y “económico” comenzar dando amor, poniendo límites firmes, permitiendo que tengan pequeñas frustraciones para que aprendan a tolerarlas, enseñándoles a comprometerse y esforzarse en pos de sus metas… Los beneficios de los esfuerzos invertidos en esta etapa se cosecharán más tarde en la vida.

Extracto del libro “Descubriendo mis emociones y habilidades – 2da Edición” – Lic. Lucas J.J Malaisi

 

fundacioneducacionemocional.org/hijos-mandones-sindrome-del-emperador/

Los 4 Miedos de la Vida

12.10.2015 13:29

1. MIEDO A LA SOLEDAD
Hay dos opciones que se pueden considerar: La primera es que el ego trabaja en su banal causa de hacerte creer que realmente estás solo, que tu estás unido a los demás, con el fin de sentirte protagonista de la vida y encontrar el reconocimiento, en todos los niveles que te imagines, en la familia, en la pareja, en el grupo de amistades, en el trabajo y en la sociedad.

La segunda opción es que el Espíritu desea que recuerdes que eres parte de una Totalidad. Que tu siempre estás unido a la energía integradora de Dios, que se manifiesta en una llama interior que tu posees, una luz que debes expandir.

Cuando le das fuerza a esa luz interior, comienzas a mirar con los ojos de tu corazón y empiezas a ser consciente de que siempre tienes compañía. Es la compañía con tu ser interior y con tu Creador Supremo. Llegarás a comprender que la soledad es una maravillosa oportunidad de la vida para compartir contigo mismo; y justamente en este momento, empezarán a aparecer aquellas personas que vibrarán con tu misma sintonía e intensidad.

 

2. MIEDO A LA ESCASEZ
Superar el miedo a estar escaso, sin dinero u oportunidades para ser cada vez más abundante, requiere de un trabajo contigo mismo. Debes darte la oportunidad para considerar que tus emociones sientan ese “deseo de merecer lo mejor para tu vida”. El sentimiento de víctima, es una señal de que el fantasma del miedo esta invadiéndote. Hay una palabra de siete letras que, cuando la repites, empieza a dar claridad al estado de abundancia que hoy tienes. Esta palabra es “GRACIAS”. Cuando agradeces por todo cuanto tienes en este momento y por lo que llegará a ti, comienzas a ser perceptible de todas las cosas que Dios te ofrece cada día. Gracias Dios por abrir los ojos este día de hoy, por poder respirar un día más. Gracias por la cama donde duermo, por las situaciones que parecen adversas; pero me Dejan sabiduría. Gracias Dios por la sonrisa que me regalo esa persona que no conozco. Gracias Dios por Tener trabajo, por la comida caliente, por la taza de cafe. Agradece y, en poco tiempo, todos tus deseos comenzaran a materializarse.

3. MIEDO A LA ENFERMEDAD
La enfermedad es un desequilibrio de tu estado de conciencia. Cuando empiezas a sentirte débil, está claro que perdiste tu fortaleza interior. “Enfermedad”, es una palabra compuesta del latin “in-firmus”, que significa “Sin Firmeza”. Si comienzas a erradicar las auto-culpas, estarás dejando las cárceles del saboteo mental y te liberarás de estas ataduras. El filosofo Platón dijo: “mente sana en cuerpo sano”. Piensa positivo respecto de ti mismo. La enfermedad se contagia, perjudicando a otro ser, como se puede contagiar la salud. Reconcíliate con el pasado, perdona íntimamente en tu corazón todos los sucesos de dolor y llena tu corazón de alegría, perdón y paz. Permanece también en silencio, porque Dios te hablará en este espacio de meditación. El remedio para la enfermedad es el Amor. Te daras cuenta que, de todos los medicamentos, el amor también crea adicción. Conviértete en un “adicto al amor”, llénate de amor, ya que nadie puede otorgar lo que no tiene, da amor y recibirás a cambio amor. Estarás cada vez mas sano y lleno de vitalidad. El mundo necesita que estés saludable, para poder cumplir tu rol de ser un gestor de cambios en este planeta, que necesita curar su alma. Si hay algo de lo que podemos estar seguros es que, cuando Dios lo disponga, partiremos de esta vida, no antes ni después. Cuando el médico nos da la primera nalgada para que comencemos a respirar, se activa la cuenta regresiva; ese tic-tac que nos indica que vamos yendo hacia el día que debamos “parar”. Es por eso que la vida es un constante “Pre-parar”, es decir, una invitación a trascender en cada instante vivido, hasta que llegue tu turno de “parar”.

4. MIEDO A LA MUERTE
Cierra tus ojos un momento e imagina que hace una semana que has muerto y que estás en el cementerio visitando tu propia tumba. Miras tu lapida y lees tu nombre, tus fechas de nacimiento y de partida de este mundo. A continuación, piensa en cual es la frase que escribiría la humanidad acerca de ti, en tu propia lapida: Qué dirían de ti? Que fracasaste en muchas de las áreas de tu vida?; Que la gente agradece que hayas partido, porque les hiciste la vida amarga?; o Qué sienten profundamente tu partida y que dejaste un espacio vacío en la humanidad, que nunca nadie podrá llenar? Qué diste? Qué cediste? Qué donaste? A quién ayudaste? De qué te privaste? Escribe en un papel que es lo que deseas que quede grabado en la piedra, cuando partas de este mundo. Trabaja, día tras día, para acercarte a este enunciado que declaras. El miedo a la muerte se supera, cuando tu meta es proyectarte en la Trascendencia de tu entrega, bondad, generosidad, desprendimiento, altruismo, amor al prójimo, capacidad de despojarte, sin condiciones, sin esperar retribuciones, que vivirá en la memoria y los corazones de quienes hiciste contacto en la vida e hiciste felices.

Kapulli y Temazcal, antigua sabiduría Tolteca

 
 

 

 

 

evolucionconsciente.org/los-4-miedos-de-la-vida/

3 REASONS WHY YOU KEEP MANIFESTING THE SAME PROBLEMS

09.10.2015 12:46

 

3 REASONS WHY YOU KEEP MANIFESTING THE SAME PROBLEMS...

 
 

Have you had the experience of dealing with the same problem again and again?  Because the Law of Attraction governs our lives, our thoughts and feelings are what create our reality, and this includes our problems!  Sometimes we have a negative focus that has become so strong it causes us to attract the same problem repeatedly.

So, why might we have a negative focus like this? Below are three common habits that cause problems to repeat themselves through negative attention.  If you find you find yourself experiencing the same problem again and again, check to see if any of these behaviors are at play:

1. Talking or complaining about the problem: 

stop-complainingFor many of us, this is the strongest reason why we attract problems repeatedly.  Most of us talk a lot, and we tend to tell the same story again and again.

Complaining about a back problem, a bad relationship or a rude boss can become addictive, and this generates a lot of extra magnetism for these negative circumstances.

The good news is that it’s fairly easy to stop complaining.   At first, biting one’s tongue might be a bit uncomfortable, but with a little bit of practice it is easy to limit the negative talk.

For more information on this concept, read this article: “Why Talking About Our Problems Is Our Greatest Addiction.”

2. Obsessively thinking about the problem: 

While most people in society believe that worrying is critical for our survival, nothing could be further from the truth.  When we worry about our problems we generate more momentum for them, and we find ourselves further and further away from the solutions we need. 

Though many of us understand that negative thinking causes problems, changing our thoughts is still often easier said than done.  Our thoughts move at a very quick pace and come without much effort, so “thought control” can be a bit tricky.

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It is important to remember that even though you are able to change many of your intentional thoughts, you will have still have some unwanted unintentional thoughts here and there, and that’s ok.  A few negative thoughts won’t ruin your life, so please give yourself some leniency on this one, especially in the beginning.

With that being said, when we find ourselves completely obsessing about a problem, we can do some deliberate distraction, and this can have a very profound effect over the situation at hand.

The next time you find yourself worried or anxious about a problem, simply tell yourself something along the lines of “I can solve this problem later, but right now I am going to focus on something a bit more uplifting.”  Then, find an activity to do that brings a a little more joy into your life.

You could watch a funny movie, call a good friend, or practice a hobby that makes you happy.  You could also listen to uplifting music or do some light exercise.

Distraction is a great habit to develop because it gets you pointed in the right direction vibrationally.  If each time you find yourself obsessing, you take a step back and distract yourself into a higher vibration, you will generate a habit that helps you bounce back from negative thoughts quickly in all areas of your life.

With practice, it will become your default behavior to distract yourself when your thoughts become too negative.  When positive distraction becomes your automatic response to obsessive negative thinking, you will see a powerful change in the quality of your reality.

3. Acting out of fear: 

Our actions have the ability to affect our vibration and our beliefs.  Not only are our actions a reflection of our vibration and how we feel inside, but they also have the power to change our vibration and how we feel inside.

For example, perhaps you’ve heard that when you are feeling down you can simply practice smiling to improve your mood a bit.  Even though the smile isn’t genuine, the simple act of smiling mirrors itself inside with an emotional boost.

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This works because our our moods and our actions work together in tandem.  Altering our moods will change our behaviors, and altering our behaviors will also change our moods. Therefore, by changing our behaviors regarding a problem, we change the way we feel about the problem, and then the problem manifests differently in our reality.

For this reason, the actions we choose to engage in have a tremendous effect on the circumstances we are attracting.  When we are struggling with the same issue repeatedly, we can usually find some behaviors that indicate fear of the problem.  By reducing and eliminating these fearful behaviors, we can consciously alter our beliefs and vibration regarding the subject.

For example, if I have been struggling to stay healthy, it is possible that I am behaving as if I am afraid of getting sick.  Perhaps I have been obsessively washing my hands, taking immunity vitamins and avoiding all of the sick people in my life.  In turn, this negative, fearful focus (ironically) draws sickness closer to me.

Why is this?  It’s because I am sending a message to the universe that is screaming “I am afraid I am going to get sick!”

Again, we get what we focus on, whether it’s something we want or not!  When we take fear-based actions to avoid sickness, all the universe knows is that we are thinking about getting sick.  So, though these actions are taken with the intention of reducing illness, in many cases they actually increase illness.

It’s always a good rule of thumb to evaluate our choices in our actions, especially when things aren’t going our way.  When we are attracting repeated unwanted events it’s wise to pause and ask ourselves if we are running toward what we want or running away from what we don’t want.

It doesn’t matter which direction we are running in.  As long as we are running we are strongly focused and therefore in the mode of attraction.

Now, this isn’t to say you shouldn’t wash your hands, wear a seatbelt or take your vitamins.  If these actions make you feel better about the situation, by all means do what you have to do.  Feeling protected is a higher vibrational place than feeling exposed and vulnerable is, so if taking a protective action helps you feel safe in the moment go for it.

9-fears-facingThat being said, if you find you are making great efforts to avoid your fear, these obsessive actions are absolutely part of the problem.  Like obsessive thoughts, obsessive actions are dangerous because they indicate a strong focus on the unwanted.

Always remember, the greatest protection you will ever have is vibrational alignment.  When you are projecting a very high vibration, you are 100% safe, and will only attract wanted events and circumstances.  If you feel that you need protection on a regular basis, take some steps to raise your vibration and work to lessen your dependency on protective actions.

So when you find yourself trapped in Groundhog’s Day and the same problem is popping up repeatedly, take some steps to evaluate and adjust your approach.  Avoid talking about the problem, distract yourself from obsessive thoughts and reduce the tendency to act out of fear.

This three-pronged approach will slow (and eventually stop!) the negative attention that is drawing the same problem in your life again and again.

As a final note, please remember it’s always best to crawl before you walk.  Go easy on yourself if at first you struggle to stop talking about a persistent problem, or if your thoughts or actions are still worrisome and fearful.  We aren’t aiming for perfection here, we’re simply trying to slow down the negative momentum.

Every time you choose higher vibrational thoughts and actions you reduce negative attraction, so pat yourself on the back for your achievements and give yourself a pass when you slip up.  Eliminating an established negative attraction requires some practice and, of course, some patience with oneself.

If you’ve had success in eliminating any negative cycles from your life, I’d love to hear your story.  Comment below and share your thoughts.

Thanks for reading!

 

About the Author:  Andrea Schulman is a former psychology teacher who educates people on conscious living and the Law of Attraction.  If you would like to learn how to use the power of positive thinking to improve the quality of your life,  subscribe to her newsletter or consider joining her membership website!

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Libérate: 7 Puntos que te Pueden Ayudar

05.10.2015 18:49

Libérate: 7 puntos que te pueden ayudar

 

He aquí siete recomendaciones para ayudarte a trascender esas arraigadas ideas de la vanidad. Todas ellas están destinadas a evitar que te identifiques en una clave falsa con el ego y la vanidad.

1. NO TE SIENTAS OFENDIDO.

La conducta de los demás no es razón para quedarte inmovilizado. Lo que te ofende solo contribuye a debilitarte. Si buscas ocasiones para sentirte ofendido, las encontrarás cada dos por tres. Es tu ego en plena acción, convenciéndote de que el mundo no debería ser como es.

Pero puedes convertirte en degustador de la vida y corresponderte con el Espíritu Universal de la Creación. No puedes alcanzar la fuerza de la intención sintiéndote ofendido. Por supuesto, actúa para erradicar los horrores del mundo, que emanan de la identificación masiva con el ego, pero vive en paz.  La paz es de Dios; quienes forman parte de Dios no estas a gusto salvo en su paz». Sentirse ofendido crea la misma energía destructiva que te ofendió y que lleva al ataque, al contraataque y a la guerra.

2. LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE GANAR.

Al ego le encanta dividirnos entre ganadores y perdedores. Empeñarte en ganar es un método infalible para evitar el contacto consciente con la intención. Por qué? Porque, en última instancia, es imposible ganar todo el tiempo. Siempre habrá alguien más rápido, más joven, más fuerte, más listo y con más suerte que tú, y siempre volverás a sentirte insignificante y despreciable. Tú no eres tus victorias. Puede que te guste la competición y que te diviertas en un mundo en el que ganar lo es todo, pero no tienes por qué estar allí con tus pensamientos.

No existen perdedores en un mundo en el que todos compartimos la misma fuente de energía. Lo más que puedes decir es que en determinado día rendiste a cierto nivel en comparación con el nivel de otras personas ese mismo día. Pero hoy es otro día, y hay que tener en cuenta otros competidores y otras circunstancias. Tú sigues siendo la presencia infinita en un cuerpo que es un día una década mayor. Olvídate de la necesidad de ganar no aceptando que lo opuesto de ganar es perder.

Ese es el miedo del ego. Si tu cuerpo no rinde para ganar ese día, sencillamente no importa, si no te identificas exclusivamente con tu ego. Adopta el papel de observador, mira y disfrútalo todo sin necesitar ganar un trofeo. Vive en paz, correspóndete con la energía de la intención e, irónicamente, aunque apenas lo notes, en tu vida surgirán más victorias a medida que dejes de ir tras ellas.

3. LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE TENER RAZÓN.

El ego es fuente de conflictos y disensiones porque te empuja a hacer que los demás se equivoquen. Cuando eres hostil, te has desconectado de la fuerza de la intención. El Espíritu creativo es bondadoso, cariñoso y receptivo, y está libre de ira, resentimiento y amargura. Olvidarse de la necesidad de tener siempre razón en las discusiones y las relaciones es como decirle al ego: No soy tu esclavo.
Quiero abrazar la bondad y rechazo tu necesidad de tener razón. Aun más; voy a ofrecerle a esta persona la posibilidad de que se sienta mejor diciéndole que tiene razón y darle las gracias por haberme encaminado hacia la verdad. Cuando te olvidas de la necesidad de tener razón puedes fortalecer la conexión con la fuerza de la intención, pero ten en cuenta que el ego es un combatiente muy resuelto. Hay personas dispuestas a morir antes que dejar de tener razón. Acababan relaciones maravillosas por la necesidad de ciertas personas de llevar siempre la razón. Te propongo que te olvides de esta necesidad impulsada por el ego parándote en medio de una discusión para preguntarte: Que quiero? Ser feliz o tener razón?
Cuando eliges el modo feliz, cariñoso y espiritual, se fortalece tu conexión con la intención. En última instancia, estos momentos expanden tu nueva conexión con la fuerza de la intención. La Fuente universal empezará a colaborar contigo en la creación de la vida que la intención quiere que lleves.

4. LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE SER SUPERIOR.

La verdadera nobleza no tiene nada que ver con ser mejor que los demás. Se trata de ser mejor de lo que eras antes. Céntrate en tu crecimiento, con constante conciencia de que no hay nadie mejor que nadie en este planeta. Todos emanamos de la misma fuerza vital. Todos tenemos la misión de cumplir la esencia para la que estamos destinados, y tenemos cuanto necesitamos para cumplir ese destino. Nada de esto es posible cuando te consideras superior a los demás. No por viejo es menos cierto este dicho: Todos somos iguales ante los ojos de Dios.

Olvídate de la necesidad de sentirte superior al ver a Dios revelándose en todos. No valores a los demás basándote en su aspecto, sus logros, posesiones y otros. Cuando proyectas sentimientos de superioridad, eso es lo que te devuelven, y te lleva al resentimiento y en última instancia a sentimientos de hostilidad. Estos sentimientos se convierten en el vehículo que te aleja de la intención. El sentirse especial siempre establece comparaciones. Se produce por una carencia que se ve en el otro y que se mantiene buscando y no perdiendo de vista las carencias que puede percibir.

5. LIBÉRATE DE LA NECESIDAD DE TENER MÁS.

El mantra del ego es más. Por mucho que logres o adquieras, tu ego insistirá en que no es suficiente. Te veras luchando continuamente y eliminaras la posibilidad de alcanzar la meta, pero en realidad ya la has alcanzado, y es asunto tuyo decidir cómo utilizar el momento presente de tu vida. Irónicamente, cuando dejas de necesitar más, parece como si te llegara más de lo que deseas.

Como estas desapegado de esa necesidad, te resulta más fácil transmitírselo a los demás, porque te das cuenta de lo poco que necesitas para sentirte satisfecho y en paz. La Fuente universal está satisfecha de sí misma, en continua expansión y creando nueva vida, sin intentar jamás aferrarse a sus creaciones por sus recursos egoístas. Crea y se desliga. Cuando te desligas de la necesidad del ego de tener más, te unificas con la fuente. Creas, atraes lo que deseas hacia ti y te desligas, sin exigir que se te presente nada más. Si valoras todo lo que surge, aprendes la gran lección que nos dio san Francisco de Asís: … es dar cuando recibimos.

Al permitir que la abundancia fluya hasta ti y a través de ti, estableces correspondencia con la Fuente y aseguras que esa energía siga fluyendo.

6. Libérate de la necesidad de identificarte con tus logros.

Puede resultar un concepto difícil si piensas que tú y tus logros son lo mismo. Dios escribe toda la música, Dios canta todas las canciones, Dios construye todos los edificios. Dios es la fuente de todos tus logros. Y ya oigo las protestas de tu ego, pero sigue sintonizado con esta idea. Todo emana de la Fuente. Tú y tu Fuente son uno y lo mismo!  No eres ese cuerpo y sus logros.

Eres el observador Fíjate en todo y agradece las capacidades que te han sido concedidas, la motivación para lograr cosas y las cosas que has acumulado, pero atribúyele todo el merito a la fuerza de la intención que te dio la existencia y de la que formas parte materializada. Cuanto menos necesites atribuirte el merito de tus logros más conectado estarás con las siete caras de la intención, más libre serás de conseguir cosas, que te surgirán con más frecuencia. Cuando te apegas a esos logros y crees que lo estas consiguiendo tu sólo es cuando abandonas la paz y la gratitud de tu Fuente.

7. LIBÉRATE DE TU FAMA.

La fama que tienes no está localizada en ti, sino en la mente de los demás y, por consiguiente, no ejerces ningún control sobre ella. Si hablas con treinta personas, tendrás treinta famas distintas.

Conectarse a la intención significa escuchar los dictados de tu corazón y actuar basándote en lo que tu voz interior te dice que es tu meta aquí.  Si te preocupas demasiado por cómo te van a percibir los demás, te habrás desconectado de la intención y permitido que te guíen las opiniones de los demás. Así funciona el ego. Es una ilusión que se alza entre ti y la Fuerza de la intención.

No hay nada que no puedas hacer, a menos que te desconectes de la fuerza y te convenzas de que tu meta consiste en demostrarles a los demás tu superioridad y autoridad y dediques tu energía a intentar ganar una fama extraordinaria entre el ego de los demás. Haz lo que haces según la orientación de tu voz interior, siempre conectada con tu Fuente y agradecida a ella. Mantén tu propósito, deslígate de los resultados y acepta la responsabilidad de lo que reside en ti: tu carácter. Deja que otros discutan sobre tu fama; no tiene nada que ver contigo.

Autor: Wayne Dyer

 

INTROSPECCIÓN ¿PARA QUÉ SIRVE LA TERAPIA INDIVIDUAL?

01.10.2015 15:19

El mejoramiento de las personas no es una preocupación reciente, como tampoco lo es el estudio de la naturaleza humana de los móviles de la conducta, en este sentido la psicología contemporánea y sus aplicaciones en psicoterapia tienen como interés primordial aumentar el bienestar humano. El enfoque psicoterapéutico pretende que la persona que consulta alcance su funcionamiento más eficaz.

 

 

 

 

 

La terapia es el tratamiento a través de métodos psicológicos de problemas de naturaleza emocional, en donde una persona (la consultante) establece deliberadamente una "relación profesional" con otra persona (el terapeuta) que le ayudará a remover y modificar síntomas de malestar ya existentes, prevenir algunos otros, mediatizar comportamientos y promover el crecimiento.

Hay varias escuelas psicoterapéuticas: la psicoanalítica, la gestalt, la cognitivo-conductual, la sistémica, la terapia centrada en la persona, la terapia sexual, incluso las corrientes mas recientes como la terapia psicocorporal, la bioenergética, las constelaciones familiares, entre otras.

Independientemente de las diferentes escuelas o corrientes, todas ellas pretenden ser fieles a la psicología dinámica que tiene como objetivo promover el autoconocimiento de las personas, ya que la evitación de este es el meollo de la psicología, es decir, el lado contrario de la salud.

La psicología dinámica mantiene que es imperativo establecer contacto con las propias actitudes aun cuando ese conocimiento lleve consigo cierto malestar, pues en ocasiones no resulta agradable verse a sí misma tal cual es. La importancia de esta tarea consiste en la aceptación de lo que se es y de lo que no se es.

El desarrollo del autoconocimiento constituye la base de la realización personal, "es mejor saber que vivir en la ignorancia". A partir del autoconocimiento se tendrá la oportunidad de llevar a cabo el "propio diseño" con conciencia y conocimiento de causa, mas allá de prejuicios y formatos preestablecidos que alejan de la autenticidad y de la verdadera esencia del SER.

Quien activamente produce un cambio de conciencia podrá transformarse a sí misma en "alguien nuevo", tomando en cuenta que ese alguien nuevo obedecerá SIEMPRE a la propia necesidad de la persona de generarlo.

Si tomamos en cuenta que la puerta de entrada a la psicoterapia es generalmente el sufrimiento, la incomodidad con uno mismo, un ruido interior que necesita ser escuchado, se entiende entonces la necesidad del cambio.

Los conflictos existenciales de una persona reflejan la discrepancia entre los valores que profesa y los que en efecto acepta, ya sea de forma consiente o no, pero inevitablemente esta discrepancia causará dolor emocional. El dolor emocional es el punto decisivo para buscar la ayuda profesional, y debe ser atendido tomando en cuenta que la persona seguramente lo ha intentado ya de muchas formas y agotado sus propios recursos. Será importante reconocer la necesidad de intentar nuevos cambios para el alivio de los síntomas, mismos que implementará en su cotidianidad para más adelante caminar genuinamente a su forma y a su ritmo.

Una vez que el proceso se ha iniciado, se tiene que asumir que la búsqueda de sí mismo puede hacer perder seguridad, en la medida que se trabaje para soltar los viejos patrones de conducta que han generado malestar, lo cual producirá incertidumbre, se pasará de la tranquilidad a la sorpresa y de lo conocido a lo novedoso. Soltar lo conocido generará nuevas angustias; sin embargo, el progreso y el encuentro con el bienestar antes o después será inevitable.

El proceso de la psicoterapia, entre otras cosas, facilitará la expresión de los sentimientos, pues estos por lo general no se expresan de un modo directo, aparecen en forma de símbolos a través de las actitudes, mismas que habrá de comprender y traducir para poder modificar la conducta. La apreciación racional de la propia conducta y las fuentes que la motivan, ayudarán a esta modificación. Se promoverá la búsqueda de equilibrio entre el pensar y el sentir. Lograr la propia confianza es la tarea primera y básica del desarrollo de la identidad. Lograr un "YO" fuerte, ordenado, unificado y mediador es uno de los objetivos principales, así como el control de los instintos y el logro de un pensamiento realista.

La toma de conciencia de sí mismo, el "darse cuenta", ayuda a que las personas presten atención y permite que reconozcan el modo en que sus formas habituales de pensamiento matizan sus experiencias, limitan sus posibilidades y restringen sus formas de ser positivos, nutritivos y creativos. El consultante que se presta atención a sí mismo reporta en voz alta lo que le acontece, el terapeuta le ayuda a se honesto consigo mismo, a reconocer sus propias heridas para poder sanarlas y a finalizar sus asuntos inconclusos, poco a poco se ira haciendo cargo, aprenderá a responsabilizarse de todo cuanto le acontece.

La terapeuta tiene la condición de experta en la medida que ha recibido un entrenamiento que le ha enseñado a escuchar y estar incondicionalmente para el consultante. Al recoger los datos sobresalientes de su vida, se define a sí misma como alguien verdaderamente interesada en la esencia humana. Apoyará y acompañará al consultante a mirar en su interior en un marco de respeto.

En las primeras sesiones buscará junto con la consultante los motivos que la llevaron a buscar la ayuda terapéutica y se establecerán las metas y objetivos.

Guiará su atención y sugerirá caminos para entrar en mayor contacto de sí, es para el consultante un testigo IMPARCIAL de su vida emocional y le enseñará a hacer lo mismo.

Tomará la vida del consultante con toda la seriedad y se dirigirá al núcleo de su situación vital y de su experiencia interna. Su apoyo en el proceso de análisis terapéutico, permitirá que el consultante adquiera un profundo conocimiento interior, le apoyará para que se de cuenta de "sí mismo" y ensaye nuevas formas de ser, aquellas formas que le acomoden más, que le den tranquilidad, paz interior, equilibrio emocional, objetividad, crecimiento interno, amor propio, claridad mental, reconocimiento, valoración de sus sensaciones y sus sentimientos, etc.

El consultante se transformara si el análisis del terapeuta es verdaderamente penetrante, preciso y ético. El alivio del dolor emocional es posible con persistencia, constancia y compromiso. El final del proceso terapéutico será claro cuando hayan desaparecido los "síntomas emocionales" iniciales o bien los que hayan aparecido en el camino, se haya logrado la reorganización de la personalidad, acorde a los deseos y necesidades del consultante. El logro mayor es el encuentro de la verdadera IDENTIDAD.

El proceso terapéutico es uno, el proceso de la vida es otro. Los aspectos formales de la terapia son "terminables", pero el autoexamen es un proceso de toda la vida y, por tanto interminable. Una vez que hay crecimiento es imposible retroceder, se han creado ya las herramientas necesarias que permitirán enfrentar las situaciones de una mejor manera por difíciles que estas sean. La "magia" de la terapia es que ofrece la posibilidad de pasar por una misma situación respondiendo de manera diferente.

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