Rechazo, aceptación y tratamiento emocional

08.07.2016 16:00

Rechazo, aceptación y tratamiento emocional

Rechazo, aceptación y tratamiento emocional

 

La vida nos puede enseñar muchas cosas, pero en ocasiones, también nos causa dolor. El rechazo está determinado como uno de los mayores daños emocionales que pueden experimentar las personas,siendo por ejemplo el que más consecuencias deriva en caso de que lo suframos en la infancia.

Un ejemplo de ello pueden ser esos niños que, por la razón que sea, han de vivir con la visión de un padre o una madre que los abandona, que los rechaza en un momento dado de su infancia. Pueden crecer y convertirse en personas de éxito, ser brillantes intelectualmente, sin embargo, no han podido alcanzar la madurez emocional.

Tampoco podemos olvidar el sufrimiento emocional al que uno debe enfrentarse en esos momentos en los que somos rechazados por esas personas que nos atraen.

Está claro que en nuestra vida, no todo van a ser triunfos y logros, pero hay personas a quien les cuesta más que a otras afrontar el rechazo. Personalidades para las que el tiempo parece detenerse en ese momento en que recibieron un “No”, o lo que es peor, un desprecio que no pudieron olvidar.

Establece un muro de protección

 

 

Hemos de tenerlo claro. Una cosa es lo que los demás pueden pensar de nosotros, y otra muy distinta, es lo que somos en realidad. Nos pueden rechazar en algunos ámbitos de nuestra vida: en el trabajo, nuestra pareja… pero un rechazo no ha de ser una demostración de nuestras limitaciones.

No debemos racionalizar lo ocurrido como un argumento para vernos a nosotros mismos, como alguien que merece estar solo, como una persona con escasas estrategias, poco atractivo o cualquier otra dimensión negativa. En absoluto.

No es lo mismo decir “He fracasado” que “Soy un fracasado”. Debemos evitar las atribuciones personales. Debemos auto- protegernos. La vida sin duda nos traerá muchas más posibilidades, muchas otras opciones de logro, de conquista, de oportunidades para ser más felices. Por eso,tenemos que construir un muro de protección para proporcionarnos seguridad.

Mujer atrapada entre las ramas de un árbol

Rechazo como instante de crisis a superar

Tenemos todo el derecho a experimentar nuestros instantes de rechazo como un instante de crisis personal. Ser rechazados o abandonados por nuestra pareja requerirá tener que atravesar un periodo de duelo emocional. El ser despedidos de un trabajo, el ser apartados por parte de algún amigo o familiar, constituye sin duda un instante de dolor que como tal, hemos de experimentarlo como lo que es: una pérdida, un instante de sufrimiento.

Pero este sufrimiento proveniente del rechazo ha de ser momentáneo y temporal. Un instante de tiempo en el que revalorizar lo ocurrido, en el que estar con nosotros mismos pensando en lo ocurrido para aprender del mismo.

De toda experiencia se debe obtener un aprendizaje. Bien es cierto que en ocasiones no existe un por qué. Alguien nos rechaza y no hay más vuelta de hoja. Pero lo que hay que evitar ante todo es evitar construir atribuciones personales: “Me ha rechazado porque no soy lo bastante atractivo, porque no soy simpático, brillante, interesante…etc”. Es un error muy doloroso.

Lo necesario sería sin duda sacar conclusiones de lo experimentado: “He de fijarme en otro tipo de personas menos orgullosas, más humildes y sencillas”, “He de buscar un trabajo en el que puedan reconocer todas mis capacidades y méritos”.

Es decir, está bien que durante un tiempo determinado, experimentemos el dolor de dicho rechazo, un instante de introspección del cual, salir fortalecido y con los ánimos suficientes para volver a “andar” por la vida con optimismo.

 

Evita interiorizar o personalizar

 

 

El Mindfulness nos explica que no debemos huir de lo que sentimos, que hemos de dar forma a estas emociones y saber describirlas. Hablar de ellas. Esto es necesario, para después, simplemente, dejarlas ir. Hemos sido rechazados, lo sabemos. Pero no dejes que ese fracaso se convierta en una herida interior que te impida respirar, que te impida seguir avanzando.

Esa persona que un momento de tu vida te dijo que “no”, es simplemente “pasado”. Tienes todo el derecho –y el deber- a seguir adelante con nuevas fuerzas, nuevos proyectos y nuevas esperanzas. No debemos convertirnos en víctimas de quienes nos hicieron daño queriendo o sin querer.

Mujer observando desde una puerta

Debemos ser héroes para nosotros mismos, personas capaces de aprender del sufrimiento propio,personas que han sabido transformar el dolor en guía, en aprendizaje, en vistas a un horizonte en el cual, recuperar la ilusión.

No permitas que el dolor emocional propiciado por el rechazo, te deje suspendido en un instante del pasado. La vida avanza y nosotros debemos hacerlo con ella. La felicidad puede volver a envolvernos en cualquier momento.