Porqué las Parejas No Duran en el Amor

10.11.2021 21:27

Porqué las Parejas No Duran en el Amor

Quiero contemplar el verdadero amor propio desde un punto de vista que revolucionará en ti la forma de ver esta cualidad que nos atribuimos partiendo desde mucha información que se divulga en redes o en un sinfín de libros o reflexiones. Y que creo que incluso aun así, dejamos de contemplar donde puede residir el verdadero amor personal. Este artículo te ayudará a comprender tus fracasos en el amor.

drSe mencionan muchos aspectos en relación a esto, como que el amor propio es aquella cualidad de aceparse tal como somos, amando nuestras luces y nuestras sombras. Y parte de ello está bien contemplarlo así. Pero si lo cuestionamos podemos darnos cuenta que la aceptación de nuestras cualidades, también puede ser un error, y también pueden detonar que amor personal no hay.

Quiero enfocarme en este post en tan solo una de las perturbaciones propias más alarmantes: EL ODIO. Y sin duda una de las cualidades que más nos alejan del este preciado amor propio que todos queremos comprender, buscar y adquirir. Puesto que incluso ahora parece estar de moda el hecho de decir: yo me amo a mí mismo; yo tengo autoestima; yo soy una persona con mucho amor propio. Pero que no siempre esto es verdad.

Contemplemos, por ahora, sólo el odio.

El odio y el amor propio

¿Qué es el odio? El odio es una perturbación mental que reside en nosotros desde muy corta edad. Es una mente perturbada que observa un objeto animado o inanimado, siente que no es de su agrado, exagera sus malas cualidades, se las cree, y puede incluso desear perjudicarlo.

El odio se nos da y nos surge cuando tenemos sensación de infelicidad frente circunstancias desagradables. Circunstancias que no son de nuestro agrado. Cuando no se cumplen nuestros deseos o expectativas, o cuando nos encontramos frente situaciones que nos disgustan. Desde ese punto solemos preferir evitar dichas circunstancias, y nuestra mente incontrolada al instante, puede comenzar a sentirse mal. Este malestar puede convertirse con facilidad en odio y eso nos aleja día sí día también del verdadero amor personal. Porque si damos paso a esa toxicidad interna, nos alejamos de nuestra propia paz mental y sin duda, también de la felicidad recuerrente. Y si estas última cualidades dejan de existir en nuestra vida, por supuesto que nos alejamos del amor. Del amor que nos podemos dar y del que podemos ofrecer.

Si carecemos de felicidad, el odio puede residir y vivir en nosotros a sus anchas. Y es ahí cuando comenzamos a dejar de amarnos. El odio es un estado mental muy doloroso por naturaleza. Nos hacer perder nuestro bienestar interno, creándonos tensión con nosotros mismo y con los demás. Cuando estamos en estos estados no podemos dormir e incluso la comida nos puede parecer repugnante.

Uno de los peores efectos del odio es que perdemos el sentido común y nos impide ser razonables. Y esto nos puede generar el deseo de vengarnos de aquellos que nosotros mismos decidimos decir que son nuestros propios enemigos, sin darnos cuenta de que el enemigo está dentro de nosotros mismos. Y que le damos paso para que se convierta en nuestro vivir constante, alejándonos así completamente del amor personal.

El odio es un veneno interno, y si no lo erradicamos, no estamos fomentando amor personal. Algo tan malo y venenoso no pues vivir en nosotros si decidimos amarnos. Por lo que la frase: “debemos aceptarnos tal cual somos”, desde mi punto de vista, está muy errada. Porque por esta regla de tres, estamos aceptando este veneno y eso no es amor personal, ya que el odio es el primer generador de infelicidad y desamor personal. E incluso, y no menos importante, desamor con todo lo que nos puede rodear también en nuestra vida. Sí, porque incluso sometidos a esta perturbación mental, podemos dirigirnos a nuestro seres supuestamente más queridos o amados, con malas acciones. Incluso con venganzas y hasta con intenciones matar a quienes decimos amar.

El odio resulta muy dañino en nuestras relaciones

Cuando convivimos con una persona, sometidos a esta falta propia del odio, solemos mantenernos en un choque constante contra sus quehaceres, gustos, prioridades e intereses. Cómo pasamos tanto tiempo al lado de esta persona, pareja, familiar o amigo, podemos con facilidad criticarla. Ya que conocemos bien sus defectos y nos resulta muy fácil enfadarnos con ella por cualquier motivo. Y en muchas ocasiones podemos ver en las demás personas las faltas internas que en ellos residen, y podemos juzgarlas y criticarlas, sin hacernos responsables de las nuestras, que al final de cuentas son las misma que señalamos o juzgamos. Si no nos esforzamos en controlar nuestro odio o enfado, nos resultará siempre muy complicado tener buenas relaciones. Aunque dos personas estén muy enamoradas, siempre, partiendo desde estas faltas internas del odio o la ira, van a estar en conflictos, porque no terminarán de resolver un conflicto que podrán empezar con uno de nuevo. Como el agua contaminada de un rio que no podrá albergar vida, el amor tampoco creo que pueda sobrevivir en nuestra relaciones con estas perturbaciones. Imagina que si nos cuesta vivir con nosotros mismos, imagina tener que lidiar con las persona externas partiendo desde estas perturbaciones mentales, como el odio y la ira.

El odio con tu pareja

En las relaciones de pareja vivimos en este pantano de arenas movedizas constantes. Solemos fijarnos en todas esas malas cualidades o defectos que nos molestan de nuestra pareja, exagerándolas, ignorando sus buenas cualidades y formándonos automáticamente una imagen negativa de esa persona. Llenándola de faltas y creyendo ciegamente que dicha persona no está a nuestra altura; o que esa persona no es la adecuada para nosotros. Cuando en realidad, somos nosotros mismo que no estamos preparados para tolerarnos a nosotros mismos. Y no queriendo familiarizarnos con esto, no queriendo asumir nuestras dificultades internas para amarnos y corregirnos, pues nos es más fácil señalar y pasar juzgando las cosas que no nos gustan de los demás. Y asnillo de paso, nos convencemos de que nosotros, sí estamos en lo correcto.

¿El amor propio real?

Después de contemplar el odio y esta perturbación interna, ¿podemos seguir creyendo que existe amor en nosotros mismos? ¿Seguimos creyendo que no tratando de erradicar este odio, podemos considerarnos una persona que se ama a sí misma, cuando si nos fijamos, sólo nos trae cosas muy negativas en nuestra vida?

¿Debemos aceptarnos tal cual somos, partiendo desde esta reflexión y cuestionamiento? ¿O más bien debemos comenzar a no aceptar estos venenos internos para solucionar todas esas sombras que no debemos permitir en nuestra mente y vida?

El odio que reside en nosotros debemos erradicarlo para poder ser personas con amor interno, con amor para poder dar a los demás y para poder tener buenas relaciones con la vida, los demás seres humanos o animales. Con todos los seres sintientes de este planeta. Pero también sin dejar de lado todo lo que nos rodea aunque no tenga vida.

Por lo que para amarnos debemos comenzar a trabajar nuestro desarrollo personal, hacernos responsables de todo lo que nos pasa y hacernos responsables de nuestras faltas internas, porque de lo contrario no fomentamos amor personal, y mucho menos amor con las personas que decimos amar.

CAPB 2021