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Fortalece tu autoestima y supera el complejo de inferioridad

23.04.2016 11:58

Fortalece tu autoestima y supera el complejo de inferioridad

Niña asomándose por la puerta

Solemos tener una tendencia a sentirnos menos que los demás. El medio en que vivimos y la publicidad que nos rodea nos hace sentir menos guapas, menos inteligentes, menos divertidas, etc. Si te dejas llevar por estas emociones y todo lo que generan te encontrarás viviendo una vida triste, para evitarlo fortalece tu autoestima.

Sé que no resulta tan sencillo de hacer como quisieras. No se trata solo de levantarse de la cama un día y decir “a partir de hoy nada me afectará”. Bueno, sí que puedes adoptar esta decisión pero por desgracia, las cosas no siempre salen como queremos. Por eso, fortalece tu autoestima siguiendo estos pasos y verás que poco a poco el complejo de inferioridad se aleja de tu vida.

Admite que vives con complejo de inferioridad

 

 

Yo sé que reconocer que eres víctima del complejo de inferioridad es complicado. Pero admitir que tienes este problema fortalece tu autoestima de inmediato. Desde luego que después tendrás que seguir trabajando, pero es un paso vital.

 

Procura identificar cuándo nació este complejo de inferioridad. A partir de estos motivos será más fácil crear una estrategia de ataque contra lo que te hace sentir menos.
Niña-triste-mirando-hacia-abajo

Estoy segura que se tratará de un proceso difícil y doloroso pero te dará las claves para definir el mejor camino posible. No tengas miedo de lo que puedes descubrir, piensa que es peor vivir sin aceptarte y amarte tal y como eres.

Identifica los síntomas del complejo de inferioridad

 

 

Siempre que te enfrentas a alguna situación donde tu complejo de inferioridad se dispara nacen sensaciones muy específicas como náuseas, temblores, transpiración excesiva o nervios.

Fortalece tu autoestima identificando estas sensaciones y dándote un minuto para analizarlas: ¿De qué situación se trata?, ¿qué te recuerda?, ¿cómo te limita?, ¿qué puedes hacer para continuar? No huyas de estas sensaciones, son geniales porque te permiten reconocer que estás enfrentándote a algo real y te guían hacia el camino que fortalece tu autoestima.

Deja de ver tu complejo

 

 

Fortalece tu autoestima quitando toda tu atención de aquello que te acompleja. La gran mayoría de los complejos nacen de características físicas que nos hacen sentir mal con nosotros mismos. Pero déjame decirte un secreto: muchas veces aquello que te acompleja es inexistente para los demás.

Ve la situación desde fuera y te darás cuenta que esto es cierto. Acércate a alguien con quien tengas una excelente relación y pregúntale si hay algo de sí misma que le acompleje. Descubrirás queaquello que le parece tan grave para ti, no lo es tanto o ni te habías percatado de que existía. Lo mismo pasa contigo.

Lo que necesitas en este punto es darle menos importancia a lo que no te gusta. Imagina que no está y sigue con tu vida como siempre. Al principio te costará algo de trabajo pero esta actitud fortalece tu autoestima con el tiempo.

Presta atención a algo positivo

 

 

Cuánto más tiempo pases pensando en lo que no te gusta y en lo que te hace sentir acomplejado, menos dispuesto estarás a vivir la vidaAvanza y fortalece tu autoestima con actividades que te agraden. Si ahora no tienes ningún pasatiempo, va siendo hora de buscar uno.

 

Mujer en bicicleta llevando globos rojos

Encuentra nuevas pasiones como el atletismo o practica viejos hábitos como la pintura o simplemente, sal con amigos. Tus complejos serán tan importantes como se los permitas, así que quítales la capacidad de afectarte. ¿Has pensado que tal vez ese “defecto” que te parece tan grave es visto como una característica que te hace único a los ojos de los demás?

Fortalece tu autoestima

 

 

Lo peor que puedes hacer en tu vida es dejar de vivir por tus complejos. Eres una persona interesante, con muchas cualidades que puede aportar algo a quienes le rodean. No te cierres a la vida y a la convivencia con otros solo porque no te gusta algo de ti. Todos tenemos defectos que no nos gustan pero el secreto para una vida feliz es aprender a vivir con ellos.

Fortalece tu autoestima por ti. Recuerda que la única persona que decide sobre cómo vives tu vida eres tú. ¿Prefieres esconderte o vivir a plenitud? Te recomendaría elegir la segunda opción y vivir cada día como si fuera el último.

Querido yo, merezco que me trates mejor

23.04.2016 11:54

Querido yo, merezco que me trates mejor

Querido yo, merezco que me trates mejor

Querido yo, merezco que me trates mejor

 

 

Querido yo, merezco que me trates mejor. Aprovecharé esta ocasión en que estás frente al espejo para decirte cómo me haces sentir. ¿Alguna vez te has parado a pensar que lo que me dices te lo dices a ti mismo?

He tolerado toda clase de cosas, desde descalificaciones hasta críticas. ¿Por qué eres tan poco amable conmigo?, ¿acaso te has olvidado de que somos la misma persona?

Quiero que sepas que esta no es una carta de reclamo. Querido yo, para eso te bastas solo. Lo que quiero lograr con esta carta es que entiendas que tienes muchas cosas que no ves. Deja de prestar atención solo a lo que nos daña.

Deja de autocompadecerte

 

 

Querido yo, ¡la cantidad de veces que te he escuchado quejarte de mí, es inmensa! No muestras mucho respeto por lo que somos. La autocompasión parece ser uno de tus deportes favoritos y ni siquiera te permites ver lo bueno que tenemos.

Mujer tapándose los ojos

Tan solo vas por la vida preguntándote por qué no tienes lo que mereces. ¿Has pensado que tienes más de lo que valoras? Me gustaría que por un momento te pararas frente al espejo y en lugar decriticar tu nariz o tu barriga agradecieras por las piernas que te dejan moverte.

Quizás no lo veas así, pero autocompadecerte no te ayuda a lograr nada. Si al menos fuese una crítica constructiva que te obligase a hacer algo, valdría la pena.

¿Y si dejas de ponerme nombres?

 

 

Cada vez que tienes oportunidad se te ocurre un nombre nuevo. El problema es que nunca es uno medianamente agradable. Querido yo, ¿qué tal si te esfuerzas un poco y por fin entiendes que tus características físicas no te definen? ¡En serio! Piénsalo y verás que es cierto.

En lugar de llamarme “gordo” podrías llamarme “amable”. En serio, deja de verme solo desde lo negativo. Eres más que eso. Eres inteligente, eres agradable, eres amiga, eres padre, eres madre.

Si es verdad que ese defecto que tanto te molesta te parece tan grande, trabaja para cambiarlo. De nada te servirá pasar la vida quejándote una y otra vez. De verdad, me gustaría que así como embelleces tu exterior, trabajes en tu interior.

Rodéame de gente que nos ame

 

 

Querido yo, ya es muy pesado lidiar con los motes que me pones. Pero eso de que también te reúnas con tus amigas con el único fin de criticarme no está lindo. ¿Has pensado que a veces te rodeas de demasiadas relaciones tóxicas?

No solo merezco que me trates mejor. También podrías esforzarte por socializar con personas que te hagan ser mejor. Personas que te ayuden a ver lo bueno de ti y que te ayuden a mejorar cada día.

Deja atrás los chismes y todas esas tonterías que no nos ayudan. ¿Por qué no sales mejor con esa amiga que siempre que te ve te dice que te ves hermosa? Lo eres, solo necesitas creerlo.

Rétanos

Niña sentada en un sofá agarrando un corazón

 

¿Cuándo fue la última vez que hiciste algo que creías que no lograríamos? Querido yo, a veces pienso que de verdad no me conoces. Temes ponerte nuevos retos porque temes fracasar. Lo irónico es que ya fracasaste cuando te convences de que no lo lograremos.

No importa de qué se trate, quiero que me retes a ir más allá. Rompámos límites y alcancemos nuestros sueños. Trato de decírtelo a través de anhelos y esperanzas pero tú solo respondes pensando en la realidad.

¿Me puedes decir qué es la realidad? Porque así como lo veo, la realidad es solo aquello que te permites aceptar. ¡Déjame demostrarte todo el potencial que tienes!

Querido yo, sé tú mismo

 

 

o último que te quiero pedir es que vuelvas a ser tú. Entre tantas obligaciones, miedos, dudas y frustraciones ya no sé dónde hemos quedado. Tan solo te pido que vuelvas a ser ese niñ@ que reía a carcajadas y se ilusionaba.

Sé que la vida es dura y que te han desilusionado. También sé que has llorado muchas veces porque te rompieron el corazón. Pero la vida es eso: amar, crecer, reír, llorar, ilusionarnos y volver a empezar.

Por favor, no me dejes a un lado. Querido yo, yo soy tú y solo te pido que vivamos con pasión y como si el mundo se acabara hoy. No sé si mañana estemos aquí para volver a intentarlo.

 

 

Murió la persona que impedia tu crecimiento

23.04.2016 11:41

Murió la persona que impedia tu crecimiento

 

 

Un día, cuando los empleados llegaron a trabajar, encontraron en la recepción un enorme letrero en el que estaba escrito:
“Ayer falleció la persona que impedía el crecimiento de Usted en esta empresa. Está invitado al velorio, en el área de deportes”.
Al comienzo, todos se entristecieron por la muerte de uno de sus compañeros, pero después comenzaron a sentir curiosidadpor saber quién era el que estaba impidiendo el crecimiento de sus compañeros y la empresa.
La agitación en el área deportiva era tan grande que fue necesario llamar a los de seguridad para organizar la fila en el velorio.
Conforme las personas iban acercándose al ataúd, la excitación aumentaba:
¿Quién será que estaba impidiendo mi progreso?
¡Qué bueno que el infeliz murió!
Uno a uno, los empleados agitados se aproximaban al ataúd, miraban al difunto y tragaban seco. Se quedaban unos minutos en el más absoluto silencio, como si les hubieran tocado lo más profundo del alma.
Pues bien, en el fondo del ataúd había un espejo, …cada uno se veía a si mismo…. con el siguiente letrero:

“Sólo existe una persona capaz de limitar tu crecimiento:

¡VOS!

Reflexión del cuento:

Vos sos la única persona que puede hacer una revolución en tu vida.
Vos sos la única persona que puede perjudicar tu vida, y vos sos la única persona que se puede ayudar a si mismo.

TU VIDA “NO CAMBIA” CUANDO CAMBIA TU JEFE, CUANDO TUS AMIGOS CAMBIAN, CUANDO TUS PADRES CAMBIAN, CUANDO TU PAREJA CAMBIA.

TU VIDA CAMBIA, CUANDO VOS CAMBIÁS, SOS EL ÚNICO RESPONSABLE POR ELLA.
“EXAMINÁTE.. Y NO TE DEJES VENCER“

“El mundo es como un espejo, que devuelve a cada persona, el reflejo de sus propios pensamientos. La manera como vos encarás tu vida es lo que hace la diferencia”

Mientras yo sepa quien soy, no tengo nada que demostrar

23.04.2016 11:33

Mientras yo sepa quien soy, no tengo nada que demostrar

 

Aquellos que nos quieren saben cómo somos, por lo que no tenemos necesidad de demostrar nada. Conocen nuestros límites, y que su libertad acaba donde empieza la nuestra

Mientras yo sepa quien soy, no tengo nada que demostrar

La necesidad de demostrar a los demás determinadas cosas para conseguir aceptación o reconocimiento es una fuente de estrés poco adecuada.

Si nos paramos a pensarlo y analizamos durante un momento este aspecto, nos daremos cuenta de que lo practicamos con demasiada frecuencia: para demostrar que queremos a nuestra familia o amigos, por ejemplo, acabamos haciendo cosas que no nos apetecen o que no deseamos.

Ahora bien, queda claro que para convivir, en ocasiones, no tenemos más remedio que llevar a cabo determinadas acciones con las cuales fortalecer el vínculo o, sencillamente, cumplir con la propia sociedad.

 

No obstante, siempre hay un límite, que son los valores propios y, sobre todo, la dignidad personal. Cuando nos alejamos de estos puntos y nos vemos obligados a demostrar cosas que no son auténticas, corremos el riesgo de sufrir una crisis de identidad o una depresión.

Te invitamos a reflexionar sobre ello.

 

Demostrar autenticidad es una forma de libertad y de bienestar

Un “NO” supone en ocasiones temer hacer daño a alguien, o aún más, decepcionar a una persona que queremos. A pesar de ello, esta palabra es esa llave capaz de abrirnos infinitas puertas y oportunidades.

Porque un “NO” a tiempo es un “SÍ” en el instante más adecuado. Pensemos en un sencillo ejemplo. Mantenemos una relación de pareja muy complicada y, a pesar de que hay amor, lo único que conseguimos son lágrimas e infelicidad.

No te pierdas tampoco “nadie merece más amor que tú mismo

 

 

 

Un “NO” en el momento justo, aunque nos cueste y sea algo muy duro, es darnos una oportunidad para empezar de nuevo y dejar de hacernos daño. Sin embargo, en caso de continuar con ello, lo que estaremos haciendo será alejarnos de nosotros mismos y caer cautivos del sufrimiento inútil.

 

paisaje con flores

La valentía de demostrar quiénes somos y lo que deseamos

Demostrar quién eres y lo que quieres es una técnica de supervivencia muy necesaria. Es como marcar un territorio, ahí donde los demás deben saber hasta donde pueden llegar y qué es lo que se van a encontrar en caso de sobrepasar esas líneas.

  • Dejar muy claro desde el inicio cuáles son nuestros valores y qué es lo que estamos dispuestos a soportar y qué no es una información muy necesaria para quienes nos rodean. Facilita las cosas y, por supuesto, la convivencia.
  • Las personas que no llegan nunca a marcar límites, dejan paso para que los demás sobrepasen esas líneas pidiendo un poco más, esperando que siempre estén a su disposición sin respetar siquiera sus derechos o necesidades.
  • Lejos de ver este tema como una especie de acto egoísta que nos aísle del mundo, hemos de verlo más bien como “una celebración de nosotros mismos”.

En el momento en que tenemos claro lo que somos, lo que queremos y lo que no estamos dispuestos a permitir, aparece una adecuada tranquilidad interior, y nos relacionamos mucho mejor.

No te pierdas tampoco: la pasión, el condimento de la vida

 

 

 

Además, somos plenamente conscientes de que también los demás tienen todo el derecho a ser auténticos, espontáneos y a mostrarse ante nosotros con sinceridad y sin falsedades.

Nadie debe sentirse obligado a aparentar algo que no es.

mujer arreglándose feliz por no tener que demostrar nada

Sé quien soy y me siento libre

La indecisión, la inseguridad y una baja autoestima nos aboca a una continua búsqueda de aceptación exterior con la cual sentirnos bien. No es lo adecuado.

Quien busca la aprobación de los demás cae en una espiral de infelicidad muy peligrosa. Son esas personas que buscan agradar o complacer siempre a sus parejas “porque solo así se sienten bien”.

  • Son personalidades incapaces de dar una negativa a la familia, aunque ello vaya en contra de sus principios, porque temen por encima de todo decepcionar o dar una imagen diferente de la que sus padres, por ejemplo, tienen de él.
  • Todo ello nos puede hacer caer en una falta de autoestima tan grave que dejemos de tener una imagen positiva, fuerte y auténtica de nosotros mismos. Nuestra mirada está tan puesta en el exterior, que dejamos de atendernos y, quien no se atiende, se descuida y se pierde.

mujer-descalza-andando-libre

Podríamos decir que la vida es, ante todo, un reencuentro con nosotros mismos donde, una vez alcanzamos esa “conexión interior”, podemos ser capaces de establecer relaciones más satisfactorias con los demás.

Es entonces cuando nos encontramos los unos a los otros en libertad, siendo conscientes de los derechos de cada uno, de la magia de construir proyectos en común sintiéndonos libres pero intensamente unidos a la vez.

Te recomendamos leer “yo no elegí mi depresión, no me juzgues o me etiquetes por ello

 

 

 

 

No es algo fácil de llevar a cabo, no hay duda. Por ello vale la pena ir poco a poco, y llegar a ese punto donde encontrar un adecuado equilibrio en el que dejar de aparentar cosas que no somos o no sentimos.

La valentía de decir “no” es siempre un acto de liberación que merece la pena practicar más a menudo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Las 4 leyes del desapego para la liberación emocional

12.04.2016 16:12

Las 4 leyes del desapego para la liberación emocional

desapego

Es posible que la palabra “desapego” te cause cierta sensación de frialdad e incluso de egoísmo emocional. Nada más lejos de la realidad. La palabra desapego, entendida dentro del contexto delcrecimiento personal, supone un gran valor interior que todos deberíamos aprender a desarrollar.

Practicar el desapego no significa en absoluto desprendernos de todo aquello que nos es importante, rompiendo vínculos afectivos o relaciones personales con quienes forman parte de nuestro circulo personal.

Significa básicamente saber amar, apreciar e involucrarnos en las cosas desde un punto de vista más equilibrado y saludable, liberándonos a su vez de esos excesos que nos ponen cadenas y que nos amarran. Que nos cortan las alas.

 

 

 

La liberación emocional es darnos la opción de vivir con más honestidad de acuerdo a nuestras necesidades, ofreciéndonos a su vez la opción a crecer, de avanzar con conocimiento de causa. Sin dañar a nadie, sin que nadie nos ponga tampoco su cerco camuflado con las cadenas del amor pasional, filial o incluso materno.

Aprendamos, pues, a poner en práctica estas sencillas leyes sobre el desapego…

 

Primera ley: eres responsable de ti mismo

 

 

Nadie va a retirar cada piedra que te encuentres en tu camino, al igual que nadie va a respirar por ti ni se va a ofrecer como voluntario para cargar tus penas o sentir tus dolores.Tú mismo eres artífice de tu propia existencia y de cada paso que das.

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Así pues, la primera ley que debes tener en cuenta para practicar el desapego, es tomar conciencia de que eres pleno responsable de ti mismo.

-No pongas en el bolsillo de los demás tu propia felicidad. No concibas la idea de que para ser feliz en esta vida, es esencial encontrar una pareja que te ame, o tener siempre el reconocimiento de tu familia.

Si el barómetro de tu satisfacción y felicidad está en lo que los demás te aportan, no conseguirás más que sufrimiento. ¿La razón? Pocas veces lograrán cubrir todas tus necesidades.

-Cultiva tu propia felicidad, siéntete responsable, maduro, toma conciencia de tus decisiones y de sus consecuencias, elige por ti mismo y no dejes nunca que tu bienestar, dependa siempre de corazones ajenos.

Segunda ley: vive el presente, acepta, asume la realidad

 

 

En esta vida, nada es eterno, nada permanece, todo fluye y retoma su camino tejiendo ese orden natural que tanto nos cuesta asumir a veces. Las personas estamos casi siempre centradas en todo aquello que ocurrió en el pasado y que, de algún modo, se convierte ahora en una dura carga que altera nuestro presente.

Esas desavenencias familiares, ese trauma, esa pérdida, ese fracaso sentimental o esa frustración no superada. Todo ello son anclas que nos aferran, que ponen cadenas en nuestros pies y anzuelos en nuestra alma.

Es un apego tóxico y poco saludable que nos impide avanzar en libertad y plenitud.

 

 

 

Acepta, asume y aunque te cueste, aprende a perdonar. Te hará sentir más liberado y te ayudará a centrarte en lo que de verdad importa, el “aquí y ahora“, este presente donde tienes tu verdadera oportunidad. ¿A qué esperas?

 

El buscador y la verdadera existencia

 

Tercera ley: promueve tu libertad y permite ser libres también a los demás

 Asume que la libertad, es la forma más plena, íntegra y saludable, de disfrutar de la vida, de entenderla en toda su inmensidad.

 

 

 

 

 

No obstante, ello no impide que podamos establecer vínculos afectivos con otras personas, porque también ello forma parte de nuestro crecimiento personal. Saber amar y saber recibir amor.

No obstante, el desapego implica que nunca debes hacerte responsable de la vida de los otros, al igual que los demás, no deben tampoco imponerte sus principios, sus ataduras o cadenas personales para aferrarte a ellos. Es aquí donde empieza el auténtico problema y los sufrimientos.

 

50 tips para ser valiente

 

 

Los apegos intensos nunca son saludables, pensemos por ejemplo en esos padres obsesivos que se exceden en la protección de sus hijos y que les impiden poder madurar, poder avanzar con seguridad para explorar el mundo.

La necesidad de “despegarse” es vital en estos casos, ahí donde cada uno debe salir de los límites de la certidumbre para aprender de lo imprevisto, de lo desconocido.

 

Cuarta ley: asume que las pérdidas van a sucederse tarde o temprano

 



Volvemos de nuevo a la misma idea: aceptar que, en esta vida, nada puede contenerse eternamente.La vida, las relaciones, e incluso las cosas materiales, terminan desvaneciéndose como el humo que se escapa de una ventana abierta o el agua fresca que resbala por nuestros dedos.

 

Sonambulismo

 

Las personas se irán, los niños crecerán, algunos amigos dejarán de serlo y algunos amores se irán del calor de tu mano… Todo ello forma parte del desapego, y como tal, hemos de aprender a asumirlo para afrontarlo con mayor integridad. Con mayor fuerza. Pero lo que nunca va a cambiar, es tu capacidad de querer. Y debes empezar siempre por ti mismo.

 

 

 

 

 

Las marcas del abuso emocional

12.04.2016 16:08

Las marcas del abuso emocional

Las marcas del abuso emocional

Los signos de un abuso emocional a veces son difíciles de detectar. A diferencia del abuso físico, el abuso emocional se hace y se recibe a menudo sin que las personas del entorno de la víctima se den cuenta.

Lo peor de todo, es que la víctima tampoco se da cuenta ya que la profundidad del abuso suele incrementarse de manera paulatina, haciendo que la víctima justifique por aproximación maltratos que nunca habría aceptado de haber empezado de manera radical. (Leer: La historia de la rana confiada)

El abuso emocional puede ser más perjudicial que el abuso físico, ya que puede socavar lo que pensamos sobre nosotros mismos. Puede paralizar todo lo que estamos destinados a ser: lo permitimos, y lo convertimos en algo falso para definirnos erróneamente. El abuso emocional puede ocurrir entre padres e hijos, marido y mujer, entre familiares, entre compañeros de trabajo y jefes, y entre amigos.

El abusador suele proyectar sus palabras, actitudes o acciones sobre la víctima o víctimas que ha elegido. Es una de sus estrategias preferidas para evadir cualquier conflicto cognitivo que pueda poner en entredicho su falsa autoestima y además es una forma de atacar la de la propia víctima, haciéndola dependiente y creando en ella un sentimiento de desamparo.

Entonces, ¿Cómo identificar si somos víctimas de un abuso emocional?

Contestar a las preguntas que te proponemos, puede hacer que encuentres una respuesta:

La humillación, la degradación, la negación. Juzgar, criticar:

¿Hay alguien que se burla de ti o te pone delante de los demás?

¿Se burla/n de ti, utiliza el sarcasmo como una forma de ponerte abajo o degradarte?

¿El/ellos te dicen que tu opinión o sentimientos son “malos” o no tienen importancia?

¿Alguien te ridiculiza regularmente, te rechaza, no tiene en cuenta tus opiniones, pensamientos, sugerencias y sentimientos?

Dominación, control, y la vergüenza:

¿Crees que esa persona te trata como a un niño?

¿Constantemente te corrigen o castigan porque tu comportamiento es “inapropiado?”

¿Sientes que debes “pedir permiso” antes de ir a un lugar o de hacer algo, e incluso tomar pequeñas decisiones?

¿Te controla/n tus gastos?

¿Te trata/n como si fueras inferior a él/ella/ellos?

¿Te hace/n sentir como si ellos siempre tuvieran la razón?

¿Te recuerda/n tus defectos?

¿Menosprecia/n tus logros, tus aspiraciones, tus planes o incluso quién eres?

¿Da/n desaprobación desdeñosa y/o despreciativa de tus miradas, comentarios, y comportamiento?

Acusar y culpar, demandas o expectativas triviales y poco razonables, niega sus propios defectos:

¿Se te acusa de algo artificial cuando se sabe que no es verdad?

¿Es/Son incapaces de reírse de sí mismos?

¿Es/Son extremadamente sensibles cuando se trata de otras personas que se burlan de ellos o hacen cualquier tipo de comentario que parece demostrar una falta de respeto?

¿Se disculpa/n de sus problemas?

¿Hace/n excusas por su comportamiento o tienden a culpar a otros o a las circunstancias por sus errores?

¿Cómo te llaman, por tu nombre o con apodo o mote?

¿Te culpan de su/s problemas o infelicidad?

 

¿Continuamente tienes faltas de respeto?

Distanciamiento emocional y el “tratamiento del silencio”, aislamiento, abandono o negligencia emocional:

¿Utiliza/n retirada o retención de la atención o afecto?

¿No quiere/n cumplir con las necesidades básicas o utiliza la negligencia o abandono como castigo?

¿Juega/n a proyectar la culpa sobre ti en lugar de asumir la responsabilidad de sus acciones y actitudes?

¿No se da/n cuenta o importa cómo te sientes?

¿No muestra/n empatía o hace/n preguntas para obtener información?

La codependencia y enredo:

¿Alguien te trata/n no como una persona separada, sino como una extensión de sí mismos?

¿No protege/n sus límites personales y comparte información que no has aprobado?

¿Crees que la falta de respeto a tus peticiones y hacer lo que ellos piensan que es mejor para ti?

¿Requiere/n contacto continuo y no han desarrollado una red de apoyo saludable entre sus propios compañeros?

Si has respondido sí a alguna de estas preguntas, valora la posibilidad de enfrentarte de manera activa a la persona que te hiere. Habla de lo que te sucede con las personas de tu confianza, tu maltratador cuenta con que seguirás callado.

Quítale la máscara de persona amable y comprensiva frente a los demás. Finalmente y lo más importante, déjate ayudar y asesorar por profesionales y deshazte del intruso ya mismo, nadie debe pisotear tu vida.

Las 5 formas de chantaje emocional

12.04.2016 16:04

Las 5 formas de chantaje emocional

chantage emocional

Chantaje emocional. En ocasiones lo vivimos a muy distintos niveles: esos familiares capaces de victimizarse para extender sus redes sobre nosotros, amistades que nos manipulan a su antojo con la finalidad de conseguir sus objetivos…

Podríamos decir claramente, que el chantaje emocional es un arte de la toxicidad y el dominio. Un sibilino dominio en el cual se valen de nuestro cariño e incluso de nuestro amor, para conseguir un propósito y mantenernos fuertemente unidos a la persona que ejerce el chantaje.

¿Lo has vivido en alguna ocasión? Es posible. Si es así habrás sentido el dolor lento e incisivo de esos comportamientos ante los cuales, en un principio nos sentimos indefensos. ¿Cómo negarnos?

La mayoría de las veces son nuestras propias parejas quienes despliegan hábilmente estos comportamientos. Cedemos, obedecemos y cumplimos porque queremos al ejecutor o ejecutora de dicho arte, permitiendo que poco a poco, nuestra autoestima se vaya erosionando como una roca frente a las embestidas del mar, como un pequeño velero que se va perdiendo en el horizonte. No solo es un ataque a nuestra integridad emocional, nuestra salud también se resiente de un modo muy grave y peligroso. Te lo explicamos a continuación.

 

CHANTAJE EMOCIONAL Y SALUD

 

 

El coste que pagamos ante cada cesión, es enorme. Ante cada chantaje emocional aparece sin duda la vergüenza y la culpabilidad. Nos miramos al espejo y nos preguntamos por qué hemos cedido. Somos conscientes de que debemos reaccionar, pero sin embargo, una vez más hemos caído en la emboscada siendo burlados. Sin saberlo, hemos ofrecido quizá esa “libra de carne” tan cercana al corazón que demandaba el personaje de Shylock en el “Mercader de Venecia”.

Aparecen las dudas. Las personas disponemos de un sistema de valores que nos son propios, además de esas promesas internas que nos hacemos diariamente: “no me dejaré engañar de nuevo”, “ésta va a ser la última vez”. Y sin embargo, vuelve a ocurrir. Nuestra autoestima e integridad se van convirtiendo en una sombra de lágrimas y auto-decepción, estamos perdiendo nuestra brújula interior y casi sin darnos cuenta, llegan los primeros síntomas.

El dolor de cabeza continuo. Los problemas musculo-esqueléticos, esos que tensan nuestra espalda, nuestro cuello, los mismos dolores que no nos permiten apenas conciliar el sueño. Aparecen sarpullidos o pequeños problemas en la piel como respuesta ya a un alto nivel de estrésCuando el nivel de cortisol se eleva en sangre, altera también nuestro sistema circulatorio  y cardíaco, apareciendo las clásicas taquicardias, los ahogos o incluso los mareos.

Sudores repentinos, sequedad de boca, manos frías, problemas digestivos y en esencia, un cansancio continuado serían síntomas claros de que algo no va bien, de que esa conexión mente cuerpo se ha traducido ya en esos síntomas psicosomáticos que no debemos pasar por alto.

Solo un dato más a tener en cuenta. Según datos médicos, casi el 25% de nuestras molestias físicas tienen un origen psicosomático. Es decir, hay áreas en nuestra vida ante las que debemos actuar y resolver en la medida que esté en nuestras manos.

 

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5. TIPOS DE CHANTAJE EMOCIONAL

 

 

 

A continuación, te hacemos un breve resumen de los principales tipos de chantaje emocional que podemos vivir. Vale la pena tenerlos en cuenta.

1. Los seductores

 

Es posible que alguna vez hayas conocido a una persona de estas características. En principio, suelen ser hombres o mujeres muy solícitos, muy amables y detallistas. Atienden cada demanda y saben ser sumamente encantadores. Suelen agasajarnos y ser los primeros en hacer cualquier cosa por nosotros. Pero ten cuidado porque todo tiene un precio: cada favor y cada detalle deberá ser recompensado y nos lo echarán en cara. “Yo te pagué ese viaje”, “No puedes negarte ahora sabiendo muy bien todo lo que yo he sacrificado por ti”. 

 

2. Víctimas de la relación

 

Sin lugar a dudas, el victimismo es una de las formas de chantaje emocional más común. Nos utilizarán como objetivo y causa de todas sus desgracias, manipulan las emociones negativas del modo más dañino posible. “Si yo estoy mal ahora es por todo lo que me haces, por tu comportamiento, por tus ganas de dejarme siempre solo/a”. “Tienes una habilidad especial para humillarme, no sé como lo haces”. Son pequeños ejemplos de esta manipulación que en realidad, es un claro maltrato psicológico.

3. Castigadores silenciosos

 

Muy sutiles, los castigadores silenciosos ejercen un arte del chantaje emocional de un modo altamente destructivo. En este caso nos arrastran en una inestabilidad muy dañina donde cuesta reaccionar, ya que habrá momentos en que nos ensalcen y momentos en que nos humillen.

No sabremos a qué atenernos. Días en que eres toda su vida y momentos en los que puedes sufrir frases como las siguientes:“Te crees que eres la persona más perfecta del mundo y en realidad, no eres nada. Eres la persona más débil y ridícula que he conocido. Solo me traes desgracias”. Ve  con cuidado ante estos comportamientos, y reacciona lo antes posible.

4. Autocastigadores

 

Clásico perfil del manipulador o manipuladora emocional. Estamos seguros de que te suenan. Personas que a menudo nos salen con expresiones como las siguientes: “Está claro que ya no me quieres, por eso pasas de mí y te vas con tus amigas/os”. “Ya veo todo lo que te preocupas de mí, ni siquiera me has llamado ni me miras. Está claro que quieres acabar conmigo y con esta relación. Por eso te has ido a esa cena con tus compañeros de trabajo”.

Es muy posible que tras oír estas palabras intentemos convencerles de que no es así, y de que su visión es completamente errónea. Y si lo haces, si renuncias por ejemplo a esa cena de trabajo, la otra persona habrá ganado una vez más. Y tu autoestima, se estará perdiendo. Vale la pena tenerlo en cuenta. Por tu bien, por tu salud.

5. Los de “solo un poco más”

 

Usan a su favor el efecto de psicología social conocido como “pie en la puerta”. Son personas a las que les hacemos un favor y que para agradecérnoslo no piden el siguiente. Se amparan es que solo es un poco más o en que es algo que ya hemos hecho otras veces. Acompañan sus peticiones con gestos de pena intentando: parecer más débiles de lo que son o que el favor que demandan parezca más necesario de lo que es “Sabes que si no fiera necesario no te lo pediría“.

 

 

 

 

 

El castigo de la indiferencia

12.04.2016 16:00

El castigo de la indiferencia

El castigo de la indiferencia

Somos humanos porque estamos en constante interacción con otras personas. Por eso nos resulta tan desconcertante y dañino recibir un trato indiferente. La indiferencia se manifiesta cuando una persona trata a otra como si no existiera, la ignora o limita sus conversaciones a respuestas simples.

A continuación enumeraremos algunos efectos dañinos que puede causar la indiferencia:

-Provoca una fuerte tensión mental. Si no sabemos lo que la otra persona piensa, si no podemos “leerla”, nuestra mente de todas maneras hará el esfuerzo por descifrar a la otra persona con la escasa o nula información disponible. A mediano y largo plazo, esta actitud provoca ansiedad, búsqueda de nuevas respuestas y estrés, lo cual se traduce en tensión mental.

Somos humanos porque estamos en constante interacción con otras personas. Por eso nos resulta tan desconcertante y dañino recibir un trato indiferente. La indiferencia se manifiesta cuando una persona trata a otra como si no existiera, la ignora o limita sus conversaciones a respuestas simples.

A continuación enumeraremos algunos efectos dañinos que puede causar la indiferencia:

-Provoca una fuerte tensión mental. Si no sabemos lo que la otra persona piensa, si no podemos “leerla”, nuestra mente de todas maneras hará el esfuerzo por descifrar a la otra persona con la escasa o nula información disponible. A mediano y largo plazo, esta actitud provoca ansiedad, búsqueda de nuevas respuestas y estrés, lo cual se traduce en tensión mental.

-Da origen a una autoestima baja. Al no obtener ningún tipo de respuesta de esta persona, se corta cualquier retroalimentación que podamos tener. En las etapas de formación de la personalidad, esto puede repercutir gravemente en la autoimagen. Es probable que aquella persona que ha recibido indiferencia en estas etapas, llegue a creer que no vale la pena interactuar con ella, dando lugar a una fuerte inseguridad.

 

¿Cómo reaccionar frente a alguien que me trata con indiferencia?

 

 

Si bien nadie tiene la obligación de prestarnos atención, siempre aspiramos a establecer una relación de constante interacción con nuestros seres queridos: familia, amigos y pareja. En caso de recibir indiferencia por parte de alguien importante para ti, intenta hacérselo saber.

Trata de explicarle la situación desde un punto de vista objetivo y también apelando a tus propios sentimientos. Será necesario que le expliques cómo te hace sentir esa actitud suya y pedirle que reflexione.

 

Habrá personas que simplemente no podrán abandonar esa forma indiferente de tratar a los demás. Si se trata de alguien muy importante para ti, tendrás que esforzarte para buscar una interacción. Es importante que lo hagas poco a poco y de manera gradual, o corres el riesgo de generar un “efecto rebote” y aumentar la indiferencia hacia ti. Es altamente probable que personas así hayan sufrido un trato indiferente en la infancia o durante la adolescencia.

Si lo anterior no te da resultado y sientes que comienzas a sufrir los efectos dañinos de la indiferencia, lo más sano será alejarte de estas personas. Si sientes que las consecuencias perjudiciales ya se están “instalando” en ti, es urgente que renuncies a tener una relación cercana con esas personas y busques proximidad con otros, para quienes sí seas importante. Intégrate a grupos donde seas escuchado y se valore tu forma de ser.

Romper con una relación de indiferencia te dará una nueva perspectiva del mundo y potenciará tu desarrollo.

 

 

Si no hay fuego, no le eches leña a las cenizas

12.04.2016 15:48

Si no hay fuego, no le eches leña a las cenizas

Corazón de hielo con fuego

Sabes de sobra, sin que nadie te lo diga, que para que una relación funcione necesita fluir sin un esfuerzo desorbitado e, incluso, eres consciente de que te mereces a esas personas que te hacen arder de ganas y no a las que te las quitan. Y ahora que ya lo sabes, solo tienes que tener el valor de repetírtelo hasta que te lo creas: no es adecuado que me desgaste con una hoguera que ya no tiene fuego, tengo que dejar paso para que arda de nuevo.

Es posible que sientas la esperanza de que, tanto incendio vivido al lado de alguien, haya dejado alguna pequeño fuego o al menos una pequeña llama. Sin embargo, es bueno entender que si no hay forma de volver a compartir tu vida con esa persona quizá es porque lo único que ha quedado del incendio hayan sido las cenizas.

“Ponte a salvo, líbrate del riesgo. 
No pierdas tiempo en reanimar, lo que anda muerto.
Ponte a salvo, cuida tu momento.
No pierdas aire en respirar, de lo que está ardiendo”.
-Adriana Moragues, canción «Ponte a salvo»-

 

 

Entonces, si tienes la certeza plena de que ya no merece la pena seguir intentándolo, la única alternativa que tenemos es asumirlo y dejar que la llaga cicatrice por completo. Todos precisamos curar nuestras heridas alguna vez, así que date el tiempo conveniente para recuperarte y ser capaz de volver a empezar y que otro fuego arda.

Necesitas espacio y tiempo

 

 

Lo cierto es que carece de sentido tratar de prender de nuevo una hoguera con solo dos manos, cuando aquella había sido construida por cuatro. Darte cuenta de que el esfuerzo que estás haciendo no va a dar sus frutos es una fase que va a llevarte tu tiempo y en la que vas a necesitar tambiénespacio para ti.

Mujer con hojas alrededor

El vacío sentimental y la tristeza que supone que esa hoguera que tanto había costado ya no tenga fuego puede hacerte sentir abatido y es probable que no veas el modo de seguir adelante, precisamente porque era algo que parecía haberse forjado para ser fuerte y duradero. El vacío al que me he referido es inevitable, sobre todo si continuamente piensas que aquella persona que estaba para todo ya no está y es ahora cuando más la necesitas.

“Soy experto en echar leña sobre hogueras apagadas,

no sé aceptar que hay ciertas cosas que se acaban”.

-Marwan, canción «Sueños sencillos»

 

 

 

 

Sin embargo, si te encuentras en esta situación el mejor regalo que puedes hacerte es aceptar que la mayoría de cosas tienen fecha de caducidad y las relaciones no tienen por qué ser menos: cada cosa tiene su momento, así que coge las cenizas de esa hoguera y conviértelas en lecciones.

Sopla las hendiduras, alíviate

 

 

Dice un poeta actual, Pedro Andreu, que «a vivir se aprende a base de pedradas» y se puede convertir casi en una ley universal, dado que, cuando decidas pensar en lo que has vivido, te acordarás perfectamente de aquella piedra tan grande que te tocó esquivar. Además, no olvidarás cómo lo conseguiste, cómo echaste sal en las heridas que te habían hecho las brasas de la hoguera, cómo te sentaste encima de la piedra y saltaste para avanzar.

mujer en un bosque sujetando una flor

Tarde o temprano, la herida empezará a picar, las dudas, pero a la vez irá saliendo la cicatriz y, si no te la quitas pasado un tiempo solo quedará una pequeña marca y un recuerdo más cargado de aspectos positivos que de dolor. Volverás a amar a la nueva piel, la volverás a amar de forma distinta- porque ningún amor es igual-, pero igual o más hermosa aún.

 

Permite que nuevos fuegos iluminen tu vida

 

 

Como te has visto en la situación de romper con una relación que además no deseabas que terminara, lo normal es que, al presentarse nuevas oportunidades de volver a compartir tu vida con alguien, rehuyas y no te sientas preparado para ello.

No obstante, si has conseguido volver a donde te rompieron el corazón, has perdonado, no te importa encontrarte con esa persona y que te vea con alguien, ya no buscas a alguien que le sustituya y has comprendido que aquello de que «un clavo saca otro clavo» no es para nada válido. Si has conseguido todo esto, entonces, estás listo para que encontrar el color en una nueva hoguera. Como dice la canción que he querido compartir con vosotros, «lograste sobrevivir, elige sonreír».

“¿Tienes fuego?

Yo pongo un corazón de gasolina. 

Y a ver qué pasa”.

-Pedro Andreu, poema «Pensamientos incendiarios»-

 

 

 

 

 

 

 

Formas de duelo: el arte de saber decir adiós

12.04.2016 12:46

formas de duelo, el arte de soltar

Formas de duelo: el arte de saber decir adiós

 

 

Nadie nos ha enseñado nunca cuáles son las leyes del sufrimiento y cómo afrontarlas. Habitualmente, el dolor por la pérdida llega de improviso para desestabilizarnos, para rompernos un poco por dentro. Poco a poco vamos recogiendo cada pieza para reconstruirnos de nuevo, sin saber que ese proceso es, posiblemente, el mayor aprendizaje que hayamos obtenido nunca.

Nadie es inmune a la pérdida, el duelo es algo que todos vamos a sufrir alguna vez: perder a un familiar, romper una relación afectiva o el simple hecho de madurar, supone atravesar diferentes niveles de duelo.

 

 

 

Lo complicado de todas y cada una de estas formas de duelo, es que ninguno de nosotros se lleva demasiado bien con el sufrimiento, no sabemos gestionarlo, nos desborda y en ocasiones, hasta nos destroza. Porque…¿Cómo hacerlo? ¿Existe quizá una fórmula mágica que nos haga inmunes a la separación, al vacío, al hueco insondable de esa mano que ya no nos sujeta?

En absoluto. Según nos explican los expertos cada persona deberá encontrar su propia forma de encarar el duelo. Ahí donde encontrar alivio, entereza y la capacidad para levantarse de nuevo.

 

La importancia de saberse vulnerable

 

La madurez emocional es aquella que sabe avanzar por sus propias pérdidas, que ha aprendido del desapego y que a su vez, concibe las dificultades como experiencias de aprendizaje.

 

 

 

Es difícil, lo sabemos. Uno puede leer muchas cosas sobre el duelo, puede atender incluso lo que un terapeuta le indica, lo que sus amigos o familiares le comentan para trasmitirle apoyo. No obstante, cualquier pérdida, sea cual sea el nivel, es un acto que uno mismo debe afronta en soledad y con mecanismos propios.

Nadie va a llorar por nosotros, nadie va a reorganizar sus pensamientos y aliviar nuestro dolor para quitarnos peso. Es una tarea propia que requiere tiempo y que demanda ante todo, comprender que no somos tan fuertes como pensábamos. Que en realidad, somos tan vulnerables como una pluma llevada por el viento.

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¿Es esto malo? ¿Es la vulnerabilidad algo negativo? En absoluto, en la propia vulnerabilidad está nuestra verdadera fuerza. Párate un momento a pensar en ello: si te resistes, si te niegas a reconocer que te sientes herido, que tu vida se acaba de romper y que sientes dolor, alzarás ante ti el muro de la negación. ¿Cómo afrontar algo que no reconoces que existe? ¿Por qué negarse a llorar la pérdida? ¿A aceptar que te sientes vulnerable?

 Reconocer que somos vulnerables nos capacita para ser flexibles y poder adaptarnos, porque el duelo, al fin y al cabo no es más que una respuesta adaptativa a la que se llega mediante el sufrimiento, mediante el dolor.

 

El duelo como arte de saber “soltar”

 

 

 

Puede que hablar del duelo como una forma de “arte” te cause cierta inquietud. Quizá sea porque las personas preferimos enfocar nuestra vida solo hacia cosas agradables, reconfortantes y positivas. Y eso es bueno, sin duda, pero el placer de la vida lleva implícito a su vez una cuota de sufrimiento ante la que casi nadie es inmune.

No obstante, hemos de aclarar un importante aspecto. A la hora de hablar de duelo siempre pensamos en las pérdidas físicas. En la muerte. Sin embargo, también están los duelos afectivos o emocionales por ese amor al que hemos de renunciar o que nos abandona, e incluso por qué no, al simple acto de madurar como persona, de asumir nuevos valores, de abandonar determinados esquemas de pensamiento para desarrollar otros…

 

Un proceso de crecimiento interior donde también superamos duelos personales y de identidad en ocasiones, bastante profundos. Algo sin duda, enriquecedor a la vez que necesario. A pesar de ello, son procesos que siempre implican ciertos miedos, porque todo cambio supone una pérdida implícita,e incluso sensación de soledad o vacío.

 

Prohibido rendirse resiliencia

 

Hemos de tomar conciencia de que la vida, no es un sereno paseo donde la felicidad está siempre garantizada. La vida en ocasiones duele, y debemos aceptar la frustración, la pérdida y cada uno de los duelos. Porque todos ellos, son caminos hacia una necesitada sabiduría.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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