Me He Cansado de Esperarte y Buscarte, Debo Decirte Adiós.
Lo Siento

Pasado el tiempo, observas la vida y ves como todo termina marchándose. Te quedas mirando cualquier horizonte, y sin ver nada, sólo tu imagen desfigurada en el cerebro se te queda marcada, solo una voz anunciada entre cada una de las pocas neuronas que ya no quedan.

Miles de horas juntos, miles de sonrisas entregadas al aire y al viento. Sonrisas que hacían sonreír hasta las gaviotas de nuestra playa olvidada. Una playa no vivida.

De caminares descalzos y pasos mañaneros entre cientos de reflexiones y amistad. Entre nuestras manos anudadas y nuestros besos amándose con ternura entera, para cada uno de nuestros pequeños poros que vivían inundados de nuestras salivas. Y ahora desierto. Ahora solo labios cortados.

Pasa el tiempo y tú sólo sigues ahí, solo en esos sueños de despertar lagrimoso. Pero nunca estuviste y sigues viviendo en esas imágenes que recuerdo cada mañana al despertar. Mañanas de ver que en una cama ancha, no estás arropándote junto a mi piel poco fría, calentando la tuya de piel erizada y deseada.

Soy escritor de anhelos; de amor no vivido; de vida no tenida; de sentir no sentido. Nada más enteramente dentro de mí, un vacío lleno de ti.

Entre horas me faltas y entre faltas me alejo cada vez más, creo que tal vez ha llegado el momento de decirte adiós. Porque lo siento amor mío, pero esperar, no puedo esperarte más. De verdad que cansados mis pensamientos, mis ilusiones cojas y mis esperanzas ciegas, te has ido, creo que ahora sí, ya para siempre.

El amor de tu vida que siempre te ha esperado. Aquel que sólo quería verte mujer entera y satisfecha. Mujer que ama y es amada. Y aquel que siempre ha soñado poder dar el amor más grande jamás existido, sólo para ti.